“Ven pa’ca mujer”. La invitación del presidente Nicolás Maduro fue enviada a Hayde Mejía, residente de Colina Bolivariana, colindante con Puente Sucre en el sector 1 de Ciudad Bolívar. Hayde abordó el Tiuna, donde Maduro recorrió la calle principal de ese sector a través del recién inaugurado Puente Sucre. La calle parecía una hamaca y se llenó de gente que quería tomarse fotos con el presidente, quien agitaba los brazos en palla y pa’s mientras saludaba a la multitud que corría paralela al rústico vehículo.
Un hombre en silla de ruedas que se encontraba cerca de Tiuna gritó: “Los discapacitados están contigo, Maduro”. Mientras corría, un niño gritaba: “Aquí está el joven, presidente”. Aproximadamente dos o tres banderas venezolanas fueron entregadas al presidente para su reelección. “Viva todos”, dijo Maduro, como si estuviera a punto de lanzarse sobre la multitud que venía de Sabanita y Vista Hermosa para ver y escuchar al Presidente con un megáfono en la mano. Cuando Maduro vio un alboroto en la parte inferior del auto, le gritó al conductor: “Para, para, para”. Del vórtice de gente surgió Hayde Josefina Mejía, a quien Maduro agarró de sus manos y la llevó a Tiuna.
Luego de ocho cuadras de recorrido, Maduro ingresó a una de las bodegas de la Compañía Venezolana de Guayana (CVG) junto a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el ministro de Industria, José Félix Rivas, y Hayde Josefina. Unos minutos después de iniciado el evento, Maduro describió cómo llevó a Tiuna donde Hayde y la llamó para saludarla. La mujer, que dijo pertenecer a la congregación de José Antonio Páez, Ciudad Bolívar, comentó: “Cuando lo vi dije que era mi presidente”. Cuando Maduro le entregó el micrófono, Mejía comentó: “Esta comunidad sigue adelante”.
En el evento, Maduro hizo una breve referencia a sus rivales en la próxima contienda electoral. Maduro se preguntó: “¿De dónde salieron estos nueve patarucos?”. preguntó. “A la única persona que conozco es al Conde del Guácharo… no como Venezuela Informa, sino como farsante”, dijo. Pero concluyó argumentando que estos “patarucos” se unieron a los candidatos “para ganar dinero y luego irse a Miami como Juan Guaidó”.