Según la más reciente encuesta nacional realizada por Consultores 21, el ingreso promedio de los jefes de hogar en Venezuela es de $160 mensuales. Sin embargo, de estos datos se desprende una estadística alarmante: el 25% de los responsables de proporcionar el ingreso primario del hogar viven con menos de 80 dólares al mes.
El ingreso familiar promedio aumentó a 260 dólares al mes, según la misma fuente. Sin embargo, este promedio se ve reducido por la realidad de los hogares de la llamada “clase popular”, cuyos ingresos son de $225 mensuales, $35 por debajo del promedio nacional.
Dadas estas estadísticas, las aspiraciones económicas de los venezolanos han crecido significativamente. La encuesta preguntó sobre los ingresos del hogar que se consideran necesarios para sobrevivir, un promedio de 600 dólares al mes. Pese a ello, la categoría “popular” estableció un ingreso mínimo de 570 dólares.
Estas aspiraciones se basan en el consumo actual de la canasta alimentaria del país. La canasta alimentaria, medida mensualmente por Cendas-FVM, alcanzó a finales de marzo $554,26, igual a las expectativas de la población.
Sin embargo, el reciente anuncio del presidente Nicolás Maduro, que ajustó el “ingreso mínimo” a 130 dólares, parece insuficiente para cambiar la realidad económica de las familias venezolanas. El gobierno da prioridad a las estrategias de control del tipo de cambio y de la inflación, manteniendo el poder adquisitivo de los ingresos actuales en lugar de realizar un ajuste salarial significativo.
En este sentido, el sector privado no experimenta una presión salarial excesiva, ya que los salarios superan el ingreso mínimo del estado. Según datos de la Asociación Venezolana de Gestión Humana, el salario más bajo en el sector privado formal es de un promedio de $243 mensuales para los operadores.