Jason Rodríguez Hernández, el venezolano que ostenta el récord mundial Guinness de la pierna más larga del mundo, volvió a ser noticia esta semana. El segundo hombre más alto del planeta recibió también la encantadora y especial visita de un prestigioso zapatero alemán.
Georg Wessels, un zapatero alemán especializado en calzado a medida, quería viajar personalmente para entregarle las prendas que le había confeccionado. Y tras conocer la situación de Jason, Wessels no dudó en entregar tres pares de zapatos talla 70 desde Alemania a Santa Cruz de Aragua.
Rodríguez difundió el encuentro en las redes sociales, donde no ocultó su alegría por el detalle en Alemania.
“Estos zapatos son un regalo invaluable. No sólo me permiten caminar cómodamente, sino que también son un símbolo de bondad y solidaridad humana”, comentó.
Además, Rodríguez le dio la bienvenida a Wessels a su casa y compartieron varias comidas juntos. Asimismo, los venezolanos le mostraron cómo era su estilo de vida en el país.
Una vida llena de desafíos
Jeison Rodríguez Hernández no es sólo un hombre alto, es una historia de progreso y esperanza. A sus 28 años, este venezolano tiene que lidiar con la severa crisis económica del país.
Desde que le diagnosticaron acromegalia a los 12 años su vida no ha sido fácil. Es un trastorno hormonal que provoca un crecimiento excesivo. Desde entonces, ha enfrentado muchos desafíos, incluidas siete muertes debido al costoso tratamiento y la falta de recursos para sus medicamentos.
Sin embargo, Rodríguez nunca perdió la esperanza. Su determinación y optimismo son contagiosos entre quienes la rodean. “Siempre te cruzas con gente maravillosa”, dice con una sonrisa.
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Actualmente, una importante fuente de ingresos es la colaboración con diversas marcas del país. Sin embargo, de vez en cuando su vida corre riesgo cuando no puede costear su tratamiento.
Al no ser tratado, el principal síntoma que padeció fue un fuerte dolor de cabeza, que le hizo perder el conocimiento.
“No tengo dinero para comprar estos medicamentos, las inyecciones son mensuales y de por vida, no sabía cómo comprarlos. Si sigo así me pongo en las manos de Dios porque el médico siempre me dice que hay muchos riesgos, pero a mí no me gusta decirlos”, dijo en una ocasión durante una entrevista con El Diario.