Una treintena de jóvenes bailarines se reunieron ayer en las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo Armando Reverón de Caracas (MAKER) sobre la danza que hacemos, la danza que hacemos y la danza que hacemos, en el marco de la conversación y la performance. Danza que podamos, como parte de la conmemoración de su día.
La falta de espacio, recursos financieros e interés de instituciones públicas y privadas parece ser una condena para los grupos caraqueños en una búsqueda expresiva que les permita promocionar sus productos resultado de la investigación y la práctica, especialmente la danza contemporánea, moderna y posmoderna. como la danza vertical, que es una de las formas más nuevas que se practican en la ciudad.
Luis Ledric González, organizador del encuentro y director del Movimiento de Actores de la Danza, explicó que Venezuela es un país de pioneros en los escenarios de la danza. “Muchos han migrado, pero hay una generación que vino de esos docentes y actualmente están desarrollando laboratorios, espacios de capacitación y recreación, pero realmente necesitan más atención”.
El encuentro reunió como ponentes a Hazel Leal, Zamir Naja, Selene Baptista, Nelson Ojeda y Crystal Albornoz, bailarines, directores y productores para buscar respuestas.
En la interacción con el público, mayoritariamente con bailarines, estudiantes y actores, quedó abierta la posibilidad de crear una red que permitiera gestionar alianzas más allá de los egos e intereses especiales, las narrativas, el mercado, las raíces de la danza contemporánea en el bullicio y el bullicio de la ciudad y la realidad del país.
“Hay atención al teatro y a la música, y se agradece, pero la danza necesita más apoyo, una unión enorme que realmente requiere un esfuerzo enorme para crear”, enfatizó Ledrick.
Cristal Albornoz, fundadora de la empresa La Parede, Danza Verticale, enfatizó que temas como la inclusión y la diversidad no deben quedar excluidos de la conversación, ya que enriquece el contenido durante la producción.
La actividad cierra con un bloque de performance, donde bailarines de 1/4 de quimeras, actres de la danza y lenguages del sur actúan en Taller Montage.