La española Repsol está trabajando en un acuerdo para vender una participación minoritaria en una cartera de energías renovables en Estados Unidos, con el objetivo de ampliar su presencia en un país que considera un mercado clave. Según información proporcionada por la agencia de noticias Reuters.
La medida está en línea con la estrategia de la compañía energética de diversificarse de su negocio principal tradicional de petróleo y gas hacia energías renovables mediante la venta de participaciones minoritarias en proyectos de energía renovable.
“Estamos trabajando para cerrar la primera rotación de nuestros activos renovables en este país”, dijo el presidente ejecutivo, Josué John Imaz, a los analistas en una llamada el jueves para presentar los resultados del primer trimestre.
No dio más detalles y un portavoz declinó hacer comentarios.
Estados Unidos recibirá alrededor de una cuarta parte de los 16.000-19.000 millones de euros (entre 17.000 y 20.000 millones de dólares) que la compañía prevé invertir hasta 2027.
Repsol ya tiene una participación del 40% en el desarrollador estadounidense de energías renovables Hecate Energy.
El trimestre pasado, cerró la adquisición del desarrollador estadounidense de energía renovable ConnectGen, parte de una inversión total de 2.100 millones de euros que ayudó a impulsar la deuda neta a 3.900 millones de euros a finales de marzo.
Perspectivas sobre Venezuela
Imaz también se mostró optimista sobre las perspectivas comerciales de la empresa en Venezuela, a pesar de la decisión de Washington de volver a imponer sanciones al país por preocupaciones electorales.
“Hoy vemos condiciones razonables para mejorar nuestra posición en Venezuela sin mayor exposición financiera”, afirmó.
Se espera que las áreas asignadas a proyectos de producción de petróleo en la empresa conjunta de Venezuela con la empresa estatal PDVSA se dupliquen después de un reciente acuerdo de expansión, dijo.
Los comentarios se produjeron cuando la compañía registró una menor ganancia en el primer trimestre, afectada por los menores precios del gas y un desempeño más débil en su negocio de refinación y comercialización.
El beneficio trimestral ajustado cayó a 1.270 millones de euros (1.400 millones de dólares), por encima del pronóstico promedio de los analistas de 1.190 millones de euros proporcionado por la compañía.