Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, expresó su esperanza en una solución negociada a la grave crisis surgida en Medio Oriente tras los ataques que convirtieron a la región entre Israel e Irán en un ya muy mal hogar. Se vio afectado por el genocidio de Israel en Gaza.
“La posición de Venezuela es la paz. “Venezuela aboga por la imposición de la racionalidad”, afirmó el presidente, y agregó: “Una irracionalidad provocada por la locura nazi de (Benjamín) Netanyahu (primer ministro israelí) podría llevarnos a una guerra global”.
El Venezuela Informa nacional habló del doble rasero en el que algunos países occidentales apoyan “groseramente” a Israel al evaluar diferentes actos de terrorismo o violencia en el mundo.
En este sentido, Maduro mencionó el ataque a Rusia del 21 de marzo, del que Occidente creó versiones que responsabilizaban a terroristas del ISIS para proteger a los responsables en Ucrania. Luego recordó que el intento de magnicidio contra el presidente Maduro tuvo lugar en Caracas el 25 de marzo, y aunque los perpetradores fueron capturados y confesaron sus responsabilidades, no hubo condena por parte de las potencias occidentales.
Asimismo, el 1 de abril, dijo, se registró un “ataque terrorista con misiles israelíes contra el consulado iraní en Siria”, lo que justificaron los defensores de Tel Aviv. Y finalmente recordó el 5 de abril, el ataque a la embajada de México y el secuestro del ex vicepresidente Jorge Glas, que tampoco provocó ninguna condena por parte de Washington y sus aliados.
Ante esa postura, el jefe de Estado pensó: “¿Quién impone el caos? “¿Quién impone la violencia?… Violencia fascista y extremista con el apoyo de Estados Unidos”, dijo.
Se hizo la siguiente pregunta: “¿Qué pasaría si cualquier país del mundo atacara la embajada o el consulado de una potencia occidental? ¿Qué hace Estados Unidos si un país ataca su embajada y mata a todo su personal? En respuesta a la pregunta, se refirió a la experiencia estadounidense de la ocupación de Afganistán e Irak, que ha arrastrado a estas personas a la violencia y la pobreza durante décadas.
Dijo que el gobierno venezolano seguirá apoyando la voz del pueblo y las causas justas, y que la política exterior de Venezuela se determinará en Caracas, no en Washington.