El controvertido presidente argentino, Javier Millei, sufre un mal de amores. Esta vez no se trata de un rumor que ha cruzado el charco para llegar a nuestro país, sino que el propio Presidente quiso anunciar el fin de su romance con la comediante Fátima Florez.
Al parecer, lo que arruinó su unión de casi ocho meses no fue el desamor en sí, ni a terceros, ni las manidas “diferencias irreconciliables” que suelen utilizar cuando no quieren admitir los verdaderos motivos de la ruptura. En su caso, al menos hasta donde él quería leer, fue el compromiso profesional del comediante lo que marcó la distancia entre ellos, que finalmente los separó no sólo geográficamente, sino también emocionalmente.
Miley usó su cuenta personal de Twitter para compartir su enamoramiento en primera persona por el amor, de lo cual estoy muy orgullosa, ya que he recibido numerosas ofertas de trabajo tanto en Estados Unidos como en Europa. Sumado a la compleja tarea que hoy afronto y la responsabilidad que me han encomendado los argentinos, nos ha llevado a vivir separados, a pesar de lo mucho que nos amamos, imposibilitando la relación que queremos”, escribió el Presidente argentino.
Aunque el político ha determinado que su relación con Fátima Florez no funcionará por su trabajo, su ruptura parece haber sido en términos amistosos. Al menos eso añadió después, para dejar claro que siempre tendrían camaradería, aunque no pudieron formar un equipo durante los ocho meses que compartieron enamorados: “Entonces decidimos lo que sentíamos el uno por el otro y cada uno otro. Terminar nuestra relación y mantener el vínculo de amistad mostrando cuánto amamos, respetamos y respetamos al otro.”