Uribe, de 71 años y siempre defendiendo su inocencia, se enfrenta a hasta ocho años de prisión por un procedimiento que él mismo inició y que se ha convertido en un boomerang judicial.
El expresidente colombiano Álvaro uribe Vélez (2002-2010), uno de los políticos más influyentes del país en este siglo, será juzgado penalmente por presunta manipulación de testigos en un caso que investiga su participación en grupos paramilitares.
“Con base en las pruebas (…), un fiscal autorizado por la Corte Suprema de Justicia presentó acusación contra el exsenador Álvaro Uribe Vélez como presunto autor de los delitos de cohecho de testigos y fraude procesal”, dijo este martes la Fiscalía en un comunicado. sin precisar cuándo comenzará el juicio, el primero que afrontará un expresidente.
Uribe, de 71 años y siempre defendiendo su inocencia, se enfrenta a hasta ocho años de prisión por un procedimiento que él mismo inició y que se ha convertido en un boomerang judicial.
Todo comenzó en 2012, cuando el entonces senador presentó una denuncia contra el congresista izquierdista Iván Cepeda, acusándolo de un complot supuestamente urdido con testigos falsos para vincularlo con grupos paramilitares de extrema derecha, responsables de brutales violaciones de derechos humanos en su clandestinidad. Guerra contra las guerrillas de izquierda.
Pero la Corte Suprema no solo se negó a procesar a Cepeda, sino que también comenzó a investigar al expresidente en 2018. El tribunal sospechaba que fue Uribe, no sus oponentes, quien intentó manipular a los testigos.
Los jueces superiores fueron más allá y en agosto de 2020 ordenaron que el expresidente fuera puesto bajo arresto domiciliario, mientras realizaban su investigación.
Uribe renunció entonces al Senado y su caso fue trasladado a un tribunal ordinario, que levantó la orden de detención en su contra y reanudó todo el proceso.
Cepeda recibió la convocatoria de juicio “con gran serenidad pero también con gran satisfacción”, dijo a la emisora estatal RTVC.
El senador agregó: “Ha sido más de una década, casi 12 años, de lucha ante los tribunales (…) después de tantos esfuerzos para cerrar este caso, porque finalmente también apareció la voz de la justicia”. .
El presidente, muy famoso por su política de mano dura que vio a su gobierno debilitar a la guerrilla, no respondió a su llamado a un juicio, una decisión que había anticipado desde octubre de 2023.
En ese momento denunció los “males” del proceso en su contra.
Uribe es inocente
La senadora Paloma Valencia, del partido de derecha fundado por Uribe, Centro Democrático, dijo el martes: “El presidente Uribe es inocente, lo único que hizo fue buscar protegerse de buscar acusaciones falsas en su contra”.
Diego Cadena, uno de los abogados del expresidente en el caso, también enfrenta un juicio por supuestamente ofrecer dinero a un exsoldado para que se retractara de su testimonio contra Uribe.
La Fiscalía General ha solicitado reiteradamente al tribunal que archive el caso, solicitud denegada por varios jueces con el argumento de que había pruebas suficientes para procesar a Uribe.
“Esta decisión tomó en cuenta nuevos elementos probatorios, como las declaraciones de (…) Juan Guillermo Monsalve”, dijo un exsoldado que afirmó haber recibido mensajes de Cadena y otros mensajeros de Uribe pidieron cambiar su testimonio, informó el diario. dijo el fiscal.
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La unidad de investigación ha cambiado recientemente de dirección. La abogada Luz Camargo se hizo cargo de la organización hace unas semanas. El jurista fue seleccionado por la Corte Suprema de una terna propuesta por el presidente izquierdista Gustavo Petro, enemigo histórico de Uribe.
Varias acusaciones
Uribe abrió varios casos ante el sistema judicial, recordó RFI.
En noviembre del año pasado declaró ante la fiscalía en una investigación preliminar sobre su presunto conocimiento previo de una masacre y asesinato de un defensor de derechos humanos.
La investigación surge del testimonio del ex comandante paramilitar Salvatore Mancuso, quien fue extraditado de Colombia a Estados Unidos en 2008, bajo el gobierno de Uribe.
También fue procesado en los tribunales argentinos por ser presuntamente responsable de más de 6.000 ejecuciones y desapariciones forzadas de civiles entre 2002 y 2008, bajo su gobierno, lo que se denomina “falso positivo”. La justicia de ese país aún no se ha pronunciado sobre el caso.
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