La presencia de Cementos Argos, una cementera colombiana, en la costa venezolana podría simplificar las exportaciones de cemento a Estados Unidos, pero requeriría el trámite de una licencia ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Los gobiernos de Colombia y Venezuela están negociando para determinar la compensación que recibirán al menos dos empresas colombianas cuyos activos venezolanos fueron expropiados durante la administración del fallecido presidente Hugo Chávez, para que estas empresas puedan volver a comprar las industrias en Venezuela. dentro del estado. control como parte de un acuerdo para evitar llevar el caso a un tribunal internacional.
Confirmó ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Bloomberg La existencia de estas negociaciones, parece estar en una etapa avanzada, pues incluso se han identificado activos que podrían estar bajo el control de una de las empresas afectadas, Cementos Argos SA.
Según la conversación que tuvo Umaña con BloombergCementos Argos puede ser propietaria de una fábrica de cemento de propiedad estatal, ubicada cerca de la costa venezolana.
Aunque el funcionario colombiano no precisó a qué estado se refería, una de las cementeras más importantes bajo control estatal es Venezolana de Cementos (Vencemos), ubicada cerca de Pertigalete, la zona portuaria de Colombia Anzoátegui.
*Leer más: Las exportaciones de Sidor y Sidetur salen actualmente desde el puerto de Pertigalete
Sobre estas conversaciones, enfatizó a medios colombianos el presidente de Cementos Argos, Juan Esteban Calle Semana que la situación sigue sin resolverse y la empresa sigue esperando que se presente una reclamación.
«En cumplimiento de sus responsabilidades para con sus accionistas y grupos de interés, Argos mantiene el optimismo y seguirá avanzando en el proceso de reparación judicial ante Venezuela, con la confianza en el derecho de su apoyo y apertura para explorar todas las alternativas y mecanismos para lograr una compensación efectiva por la confiscación de sus bienes”, dijo a Semana.
Cementos Argos es una de las cementeras más importantes de Colombia, con una participación de mercado cercana al 35%, además de tener la distinción de ser el cuarto productor de cemento en Estados Unidos, luego de combinar sus operaciones con American Summit Materials este año. .
La presencia de Cementos Argos en la costa venezolana podría simplificar estas operaciones, posicionándose estratégicamente mejor para las exportaciones de cemento a Estados Unidos. Sin embargo, necesitarán una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) similar a la licencia que reciben las petroleras Chevron, Eni, Repsol y Maurel & Prom para exportar crudo de sus operaciones en Venezuela.
La confiscación de Cementos Argos se produjo el 13 de marzo de 2006, mediante la confiscación de una fábrica que operaba en Monay, estado Trujillo. En ese momento, Chávez justificó su decisión argumentando que “el cemento es del pueblo” y que las cementeras debían priorizar la distribución al Estado para llevar a cabo proyectos socialistas.
Con la misma premisa, llevó a cabo una serie de actos de expropiación en los años siguientes, terminando con decenas de empresas transnacionales demandando a tribunales internacionales en busca de indemnizaciones. Estos procesos han contribuido al aumento de miles de millones de dólares de deuda que Venezuela mantiene en el escenario internacional.
Entre este grupo de afectados se encuentra una segunda empresa protegida por Colombia en sus conversaciones con Venezuela. Se trata de la exportadora de azúcar Comercializadora Internacional de Azúcares y Mieles (Ciamsa), originaria de Cali. Esta empresa es propietaria de Central Azucero del Giaihira CA (Catza), ubicada en Ureña, la cual recibió orden de decomiso el 28 de abril de 2010.
En el caso de Ciamsa, no ha trascendido información sobre la transferencia de alguna fábrica o empresa venezolana como compensación, pero parece que esta es una de las empresas involucradas en las negociaciones. Estas negociaciones esperan que la situación llegue a su fin sin recurrir al sistema de justicia internacional.
Estos diálogos fueron posibles gracias al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales entre Venezuela y Colombia, proceso que comenzó cuando Gustavo Petro asumió la presidencia colombiana en agosto de 2022.
Vistas de publicaciones: 72