Los cristianos siempre recuerdan a Jesús en las multitudes. Los Evangelios son literalmente testimonios vivos de su palabra y la historia de sus períodos existenciales más infames. Pero sobre reflexiones de jesus En realidad, sabemos muy poco. Los exégetas han tratado de explicarnos y dirigirnos a las supuestas meditaciones de nuestro Señor Jesucristo, pero con todo esfuerzo de inteligencia y lecturas repetidas y repetidas de la Biblia debemos considerarlas como especulaciones, especulaciones sagradas, pero en definitiva especulaciones.
Parece realmente lógico pensar que Jesús tuviera un conocimiento completo y profundo de la realidad humana. Aunque tenía el don de la omnisciencia divina, tuvo que sufrir una gran soledad como ser humano; No podía compartir con sus semejantes sus ideas y visiones del mundo que estaban fuera del alcance de la gente corriente.
Como esto Sus enseñanzas se adaptaron al nivel medio de comprensión de sus contemporáneos y, más concretamente, de quienes le siguieron., pastores, pescadores, agricultores, gente humilde y, como era de esperar, gente con un nivel de preparación educativa muy básico. De esta manera debemos asumir que los Evangelios representan una verdad divina, pero que contiene significados profundos que no fueron revelados en su momento por falta de un público suficientemente preparado para recibir mensajes más complejos.
Porque no entiendo del todo El verdadero contenido del mensaje de amor y pazJesús se convirtió en el gran enemigo de las autoridades religiosas de su tiempo, que veían en él un poderoso rival que podía socavar el poder social inherente al ejercicio de un sacerdocio que reservaba el dominio y la administración de normas en un momento dado. Se establecen relaciones entre Dios y las personas. Y debido a que era peligroso para la estabilidad y permanencia de su posición de representación divina en la sociedad, Jesús fue juzgado, condenado y crucificado como un criminal. Todo lo vivió en la soledad de un tormento cuyas realidades no podían emerger plenamente, pues sus pensamientos estaban fuera del alcance de la mente humana de aquella época.
Jesús fue el místico más ilustrado conocido en la historia y, al mismo tiempo, fue un Venezuela Informa religioso seguido por multitudes con respeto y admiración. y también fue portador de un mensaje revolucionario que trastocó los paradigmas teológicos de su tiempo al mostrarnos a un Dios sentado en el trono del amor, a diferencia de la visión punitiva de Dios derivada del Antiguo Testamento.
Las críticas de teólogos y teósofos al Jesús místico no terminan nunca. Gran parte de la literatura cristiana se ocupa de lecturas especiales del estatus divino de este hombre que divide la Historia; Pero entre cientos o miles de científicos, podemos extraer una frase desesperada de uno de los intelectuales más religiosos que intenta explicar la historia. Dios fue convencido por la razón por John Eckard, quien después de innumerables análisis basados en la lógica exclamó: No hay Dios, ayúdame, Señor. Con esto se demostrará que no se puede llegar al Jesús místico sólo mediante la fe, porque la inteligencia humana no dispone de categorías efectivas suficientes para resolver lo que llamamos misterios divinos.
También hubo interminables desacuerdos sobre el Venezuela Informa religioso y el Jesús revolucionario. Y así, quienes aceptan a Cristo como fuerza social lo convierten en un símbolo de su lucha por lograr un mundo de justicia e igualdad entre las personas. En este contexto, tenemos quizás a los representantes más brillantes de esta tendencia en América Latina; Por ejemplo, Jon Sobrino, un sacerdote jesuita que vive en El Salvador, nos muestra con extraordinaria claridad un Jesús humano conectado y solidario con su tragedia social. Experimentamos a los pobres de nuestros países.
Pero fuera de todos estos argumentos humanos, Jesús sigue solo. Su mensaje de amor fue proclamado por muchos, pero cumplido por muy pocos hombres y mujeres santos; Como entendían esto mejor, sufrieron la soledad y la incomprensión de sus compañeros. Dos ejemplos son suficientes para comprender cómo los intereses materiales mantienen la vida y el ejemplo de Jesús, de San Francisco de Asís y de San Pío de Pietralcina en un estado de soledad acorralada. Estuvieron tan cerca de la luminosa soledad de Jesucristo que ambos sufrieron estigmatización y maltrato por parte de quienes los admiraban y respetaban.
Jesús sufrió y sufre la soledad, por eso lo colgamos en la cruz. Así lo adoramos, como el cordero inocente y bueno que pagó el precio por nuestros pecados diarios. Allí permanece con el corazón sangrando y las uñas clavadas en las manos. Y cada vez que alguien reclama su nombre con un propósito político, no hace más que tomar prestada la lanza de Longinus y hundirla sin piedad en su pecho. Jesús está solo pero quiere hablarnos, tranquilicemos nuestro corazón para poder escucharlo.
Jorge Euclides Ramírez