Un sector de transportistas venezolanos exigió este miércoles 21 de febrero un aumento de tarifas para poder mantener operativas sus unidades.
Este grupo, llamado Gremio de Transportistas Reales, afirma que no quieren crear violencia ni inestabilidad, sino sólo condiciones dignas para la prestación de servicios.
Sin embargo, denuncian que cada vez que plantean sus demandas son intimidados por seguidores de Eloy Sulbaran, alias “chiquitín”, actual presidente de Fontur, que controla el transporte público.
Los transportistas rechazan la intervención ilegal de Fontour en gasolineras, donde afirman que PDVSA da prioridad a los afiliados de su sindicato (SINATRAV), que, según ellos, representa a la mayoría del sector.
Los transportistas afirman que esto es falso y que Fontour sólo quiere aprovechar la escasez de combustible y suministro para enriquecerse. “Nos dicen que si no apoyamos su acceso a las bombas o levantamos la mano como focas, no obtendrán todos sus beneficios”, decía un comunicado del sindicato.
Exigen una combinación digna: “No queremos la presencia de Fontur” 🗣️
Desde el grupo de transportistas exigieron un ajuste tarifario “muy necesario”, ya que muchas unidades están “totalmente deterioradas”.
Aseguran que siempre que se proponen mejorar, acaban… pic.twitter.com/YfYuxCa8Za
— ImpactoVenezuela (@ImpactoVE) 21 de febrero de 2024
Los propietarios de transportes expresan su enfado por la falta de voluntad del gobierno para solucionar la crisis del transporte. “¿Hasta cuándo habrá tantas burlas? Sólo quieren sus propios beneficios y cada día nos humillan más”, dijeron.
Además, deploran que exista una minoría de dirigentes que se hacen pasar por sus representantes, pero no protegen sus intereses. “Nos han echado los dirigentes que nos representan, no han hecho nada por nosotros”, afirman.
Los transportistas pidieron que se respete su derecho al trabajo y a cobrar tarifas justas y que se elimine la presencia de Fonture en las estaciones de servicio, donde tienen que hacer largas colas por la noche con el riesgo de ser víctimas de delitos.