En un período de hiperinflación que alcanzó casi el 2 millón por ciento al año, Venezuela registró en enero el aumento más lento de los precios al consumidor en más de una década.
La inflación mensual se situó en el 1,7%, el aumento más lento a principios de año desde 2012, frenado por fuertes recortes en el gasto público y suministros adicionales de dólares por parte de Chevron Corp. La hazaña marca el undécimo mes consecutivo de inflación de un solo dígito y el aumento de precios más bajo desde marzo de 2022.
El presidente Nicolás Maduro ha luchado por controlar los precios desde que superó la hiperinflación en 2022, siguiendo una estrategia que combina estrictas restricciones fiscales y fiscales para aumentar la oferta de divisas extranjeras y al mismo tiempo permitir el libre flujo de dólares estadounidenses. La estrategia marcó un fuerte cambio de políticas económicas fallidas que llevaron al país a través de una crisis económica de siete años y uno de los episodios de hiperinflación más largos de la historia.
“En 2024, la inflación anual de Venezuela se duplicará”, prometió Maduro en su discurso sobre el estado de la unión el mes pasado.
Las ventas de dólares casi se duplicaron en diciembre respecto al año anterior, dijo Jesús Palacios, economista senior de Econalytico, una consultora financiera con sede en Caracas. Al mismo tiempo, el gobierno está restringiendo el gasto más de lo esperado, afirmó.
El aumento en las ventas de dólares fue liderado por Chevron, ahora un importante proveedor del mercado cambiario local, luego de que una licencia estadounidense les permitiera expandir sus operaciones en Venezuela sin violar el embargo petrolero, escribieron Ruth de Krivoy y Tamara Herrera en un informe financiero. . Esto llevó al bolívar a fortalecerse un 2,4% en enero, mientras el gobierno mantenía un flujo constante de ventas de alrededor de 600 millones de dólares al mercado local, según el informe.
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Los funcionarios de Chevron Press no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Las elecciones presidenciales programadas para este año pondrán a prueba la voluntad del gobierno de mantener la disciplina financiera y fiscal, dijo Henkel García, director de la consultora venezolana Albus Data. La administración de Maduro ha limitado los préstamos y ha mantenido el dinero en un mínimo dolorosamente bajo para evitar imprimirlo.
“Las condiciones también los están obligando y siempre ha primado la política sobre la economía”, afirmó García.
-Con asistencia de Andrena Itriago Acosta y Fabiola Zerpa para Bloomberg.