Los eventos climáticos de El Niño y La Niña tendrán un impacto significativo en Venezuela hacia 2024, según Valdemar Andrade, ingeniero hidrometeorológico de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Entrevistado por Radio Fe y Alegría Notícios, Andrade explicó que El Niño, que se caracteriza por sequía o precipitaciones promedio, entrará en su fase final entre marzo y mayo, mientras que La Niña, que suele traer lluvias. Por encima de la media, llegará a partir de agosto.
Los expertos advierten que el cambio climático ha aumentado la gravedad y frecuencia de estos incidentes en los últimos años, y Venezuela lleva tres años seguidos golpeada. Así, en 2021 y 2022 prevalece La Niña, provocando fuertes precipitaciones, y en 2023 llega El Niño, provocando sequía, aunque el año cierra con precipitaciones superiores a lo normal.
Ante este escenario, Andrade destaca la importancia de considerar en la planificación de los sistemas hídricos estos fenómenos relacionados con el clima, como el abastecimiento de agua, la generación de energía hidroeléctrica, la prevención de incendios forestales y el manejo de temperaturas extremas.
Para mitigar los efectos de El Niño, que tiene un 72% de probabilidad de condiciones más secas de lo normal, el ingeniero recomendó el uso de energía térmica, aunque admitió que el parque de generación está severamente subutilizado. Por otro lado, para hacer frente a la presencia de La Niña, que puede provocar inundaciones y deslizamientos de tierra, se deben tomar medidas preventivas, como la evacuación de poblaciones cercanas a cañones y zonas con fuertes pendientes.
Finalmente, Andrade aseguró que aún es posible reducir las emisiones atmosféricas de combustibles fósiles para reducir la variación de temperatura que afecta al planeta, pero si no se toman las medidas necesarias a tiempo el deterioro del medio ambiente continuará y será necesario. Adaptación a nuevas condiciones del entorno.