Venezuela Informa
Los acuerdos firmados por Venezuela y Guyana hace varios meses respecto de la disputa que mantienen por el territorio limítrofe conocido como Esequibo están siendo puestos a prueba en las últimas horas, con una movilización militar que expertos consideraron una muestra de poder, pero señalaron que socavaba el espíritu de resolver disputas amistosamente como habían prometido.
A través de vozdeamerica.com
Los presidentes de Guyana, Irfaan Ali, y de Venezuela, Nicolás Maduro, firmaron en diciembre el llamado Acuerdo de San Vicente y las Granadinas, en el que se comprometieron a no amenazar ni utilizar la fuerza, resolviendo la disputa “conforme a la ley”. derecho internacional” y se abstuvo “con palabras o acciones” de aumentar cualquier disidencia, luego de un referéndum consultivo en Venezuela, donde el gobierno propuso la creación de un nuevo estado en Esequibo.
Dos semanas después de firmar el acuerdo, Venezuela movilizó unidades aeronaval y ordenó ejercicios cerca de Esequibo con la presencia del buque de guerra británico HMS Trent en lo que consideraban “aguas en disputa”. Maduro calificó la presencia del barco como una “provocación” y admitió que la situación había provocado “momentos de caos”.
A principios de febrero, el gobierno de EE.UU. anuncio Esto permitirá a Guyana comprar nuevos aviones, helicópteros, una flota de drones militares y, por primera vez, tecnología de radar para proteger su integridad territorial de amenazas externas.
La petrolera estadounidense ExxonMobil obtuvo entonces un contrato para perforar dos pozos de exploración al norte y al oeste del bloque Stabroek en Guyana. La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, acusó a la empresa de “proteger sus actividades ilegales en un mar no delimitado” y “manejar” a las autoridades guyanesas.
El canciller venezolano, Yván Gil, dijo que las acciones de la petrolera norteamericana y del gobierno de Guyana “constituyen un acto agresivo dirigido a desestabilizar la región, violando los recientes acuerdos” de San Vicente.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, Robert Persaud, acusó durante el fin de semana a Venezuela de violar el Tratado de San Vicente al enviar tropas a la frontera de Esequibo. “Estamos decepcionados”, señaló.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, confirmó 24 horas después que las Fuerzas Armadas bajo su mando mantuvieron su presencia “no hostil”en Esequibo como parte de la “doctrina de defensa integral” de ese territorio.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el lunes que la actividad militar de Venezuela en la región es “muy pequeña” en escala y alcance.
“No vemos ningún indicio de que habrá hostilidades o de que el ejército venezolano pueda llevar a cabo operaciones militares significativas allí”, dijo.
Brasil, uno de los países observadores del Acuerdo de San Vicente y las Granadinas, aumentar el número de tropas e infantería mecanizada en el Amazonas debido a las tensiones entre Guyana y Venezuela.
Sadio Garavini, doctor en ciencias políticas y diplomático venezolano retirado, dijo que la movilización militar cerca de Esequibo fue “más propaganda que realidad”.
Destacó que las imágenes satelitales difundidas por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington, muestran que los militares no están presentes en el territorio en disputa.
Garavini, quien fue embajador en Guyana de 2007 a 2009, dijo que los postulados de San Vicente “están siendo irrespetados”, más en palabras que en acciones, pero seguirán vigentes.
“Venezuela no tiene la capacidad para llevar a cabo una ocupación seria del Esequibo”, afirmó Garavini. Voz de America. “Esto no descarta un incidente, pero una ocupación grave generaría una reacción muy fuerte de la comunidad internacional. No creo que eso lo haya propuesto el gobierno venezolano”, enfatizó.
Residencia en CSIS Estados Unidos y Venezuela están utilizando una estrategia mixta de “palos y zanahorias”, es decir, utilizando la fuerza y la diplomacia para hacer que Guyana ceda en sus pretensiones sobre el Esequibo.
Por su parte, Garavini dijo que las palabras del ministro Padrino López sobre una presencia “no hostil” en Esequibo pretendían “intimidar” y “convencer” a Guyana de que lo mejor son las negociaciones bilaterales en Esequibo, no no un veredicto de la Corte Penal Internacional.
Guyana sostiene que el árbitro final de la jurisdicción territorial del Esequibo será la Corte Penal Internacional (CPI), máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, mientras Venezuela rechaza la competencia de la CPI y exige solicitud para resolver el tema según regulaciones posteriores Acuerdo Ginebra en 1966, que propuso resolver la disputa “amigable” y de manera “aceptable” para ambos países.
Las acciones demuestran que las posiciones de ambos gobiernos sobre el Esequibo no han cambiado desde la firma de los acuerdos en diciembre, afirmó Luis Peche Arteaga, analista venezolano especializado en asuntos internacionales.
“Guyana ha promovido continuamente planes de explotación económica en áreas oficialmente reclamadas por el gobierno venezolano. “Venezuela continúa movilizando personal militar hacia esa frontera”, anotó.
Pero aunque los tratados de San Vicente han ayudado a aliviar las tensiones por el momento, todavía parecen ser “un adorno”, ya que las partes en conflicto continúan ejecutando sus “planes originales”, advirtió el analista.
Destacó que los Acuerdos de San Vicente pueden servir como “un mecanismo de presión” de la comunidad internacional para evitar que el conflicto se agrave, pero no son “una solución real y duradera al conflicto”.
A finales de enero, los ministros de Asuntos Exteriores de Venezuela y Guyana ratificaron en Brasil el compromiso de mantener el diálogo sobre la disputa territorial, mientras sus Venezuela Informaes exigen periódicamente derechos sobre el Esequibo en sus países.