Venezuela Informa
Hay actores que parecen hechos a medida para determinados papeles cinematográficos, hasta el punto de que no tienen que pasar por un casting para encarnarlos. Sin duda uno de estos casos es el de Joe Pesci, el hombre pequeño, de voz no tan gruesa, al que Martin Scorsese buscaba cada vez que necesitaba un gángster creíble en sus películas.
En “Goodfellas”, lo convirtió en Tommy DeVito, un psicópata de gatillo fácil que no duda en matar a Billy Batts, guardián de la temida familia Gambino, porque se atrevió a faltarle el respeto sobre su pasado frente a un grupo de amigos. .
Él la encontró, y tuvo que convencerla, porque ella no quería, para que se pusiera en la piel de Nicky Santoro de “Casino”, un personaje basado en un mafioso de la vida real llamado Anthony “The Ant” Spilotro. , quienes son colocados por sus jefes. En Las Vegas para asegurarse de que el dinero ilegal generado por sus casas de juego llegue a sus manos para que nadie se pierda un tramo del recorrido.
Y volvió a encontrarla mucho más tarde, cuando Pesci ya se había retirado, para acompañarle en su megaproducción “El irlandés” dos de sus actores favoritos -Al Pacino y Robert De Niro- como Russell Bufarino, un despiadado jefe de la mafia. .
Así, gracias a la tan mencionada magia del cine, el rostro de Joe Pesci puede convertirse en el de un asesino a sueldo despiadado o en el de un gángster despiadado para millones.
Quizás hoy, en su 81 cumpleaños -nació el 9 de febrero de 1943 en Newark, Nueva Jersey-, mientras repasa su vida, Joseph Frank Pacey recuerda el momento en que la realidad superó la imaginación y estuvo a un paso de ser arrestado. Un sospechoso de un delito por contrato.
Más detalles INFOBAE