En 2023 se registraron 524 ataques e incidentes de seguridad, según Centro de protección y justicia. (CDJ), un 32% más que en el mismo período de 2022, cuando se registraron 396 ataques.
En el contexto electoral, las restricciones al espacio cívico y democrático están aumentando y la criminalización, la represión y el control social de la sociedad civil están aumentando.
Cabe destacar que el año 2023 se caracteriza por un profundo desarrollo de Política de criminalizacióny un aumento de los actos de represión y control contra organizaciones y personas defensoras de derechos humanos.
Durante este tiempo se han incrementado las violaciones a los derechos de asociación, reunión, protesta, expresión, opinión y protección de los derechos humanos. Ha sido un año de amenazas, acoso, intimidación y uso de la persecución penal como mecanismo para criminalizar y atemorizar a la sociedad civil en Venezuela.
2023 es un año desafiante para el movimiento de derechos humanos y los activistas de derechos civiles; En el contexto de las elecciones, el ambiente para la realización de actividades relacionadas con la promoción y protección de derechos se vuelve más adverso y hostil. Los riesgos que plantea el desempeño de su trabajo son cada vez mayores.
Están aumentando los ataques y obstrucciones al derecho de asociación, la represión por motivos políticos, la intimidación y las amenazas al trabajo de los defensores.
Se han criminalizado las actividades de promoción, las interacciones y la cooperación con mecanismos y procedimientos internacionales.
Los 524 ataques e incidentes de seguridad registrados durante este periodo se pueden reflejar principalmente en las siguientes formas de agresión:
- 298 Discriminación
- 133 Amenazas y acoso
- 67 amenazas
- 10 ataques digitales
- 8 Judicialización
- 4 Detención arbitraria
- 4 otros
La ONG Centro de Defensa y Justicia (CDJ) advierte que La discriminación, las amenazas, el acoso y la intimidación siguieron siendo las principales formas de ataques registrados.
advierten que aumentar el uso de medidas de represión y control social para limitar y obstaculizar las actividades de la sociedad civil. Observamos métodos de represión más sofisticados destinados a neutralizar las actividades de quienes promueven, defienden y exigen derechos protegidos utilizando lógicas dirigidas a crear miedo para neutralizar a quienes promueven, defienden y exigen derechos protegidos.
El ejercicio del derecho a defender, reclamar y promover los derechos humanos libremente y sin represalias continúa amenazado por restricciones legales, obstáculos y actos de violencia que aumentan la incertidumbre de los servicios básicos y de las condiciones sociales, que influyen y condicionan aún más la la labor de las personas defensoras y todo el funcionamiento de sus organizaciones.
2023 muestra un aumento represión y violencia contra personas e instituciones y crecientes restricciones al espacio cívico y democrático en contextos electorales.
Reiteraron que trabajar para proteger, exigir y promover los derechos es esencial para respetar la dignidad humana y defender la democracia y el Estado de derecho. Al criminalizar y atacar a quienes cometen estas acciones, el Estado viola sus obligaciones internacionales y conlleva su responsabilidad internacional.
Desde el Centro para la Protección y la Justicia (CDJ), enfatizan la necesidad de utilizar las medidas necesarias para revertir que el entorno de exigencia de protección y derechos continúa siendo adverso y hostil; y cumplir con las recomendaciones y estándares internacionales para minimizar los riesgos para quienes llevan a cabo estas acciones.