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La economía de Guyana será la de más rápido crecimiento del mundo este año, según estimaciones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la CEPAL.
Por Salomé Ramírez Vargas y Gustavo Ocando Alex Voz de America
Se considera que la economía de Guyana, país sudamericano de apenas 800.000 habitantes, tiene las mejores perspectivas de crecimiento entre los mercados emergentes y en desarrollo para 2024, con un crecimiento estimado del 26,6%, según el último informe del FMI publicado en octubre del año pasado.
Ningún país disfruta de un pronóstico tan optimista como Guyana en un informe del FMI que monitorea las economías de sus 190 países miembros. Le siguen Palau, con el 12,4% y Níger, con el 11,1%.
Según el FMI, el crecimiento de Guyana el año pasado fue del 38,4%. El resto del producto interior bruto (PIB) del mundo creció una media del 3%.
En 2020, después de 15 años de crecimiento moderado, Guyana vio crecer su economía un 43,5%, indicó el informe del FMI sobre las perspectivas globales. Un año después aumentó un 20,1% y en 2022 ascendió hasta los 62,3 puntos. Para 2028, Guyana seguirá creciendo al 13,5%, prevé el FMI.
Guyana, con la que Venezuela mantiene tensiones por una vieja disputa por el control de 159.000 kilómetros de territorio conocido como Esequibo, ha crecido económicamente gracias al petróleo tras décadas de pobreza.
El descubrimiento de nuevas y más ricas reservas de petróleo en sus aguas territoriales aumentó el ingreso per cápita hasta nueve veces este siglo.
Según cifras del gobierno, Guyana pasó de producir un promedio de 1.200 barriles diarios en 2019 a 400.000 en diciembre de 2023.
Aumento de la tensión con los vecinos
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), una de las cinco secretarías de las Naciones Unidas para estos temas en el mundo, estima que Guyana crecerá un 28,9% este año, tras un crecimiento del 39%. ,2% del producto interior bruto en 2023 según un informe publicado en diciembre.
En octubre, Guyana dio luz verde a ocho empresas transnacionales para nuevas operaciones petroleras en sus aguas. Venezuela afirma que se restringirán los pozos dentro de estas licencias.
La disputa elevó las tensiones diplomáticas y militares entre los dos países durante semanas hasta que Nicolás Maduro e Irfan Ali se reunieron en una reunión multilateral en San Vicente y las Granadinas en diciembre.
Los jefes de Estado se comprometieron a no utilizar amenazas ni fuerza en ninguna situación, incluidas las disputas por el Esequibo.
En cuanto al resto del continente, según la experta en ciencias políticas Fabiana Pereira, “la región podría ser más fuerte en una respuesta unificada que, en materia de soberanía, la línea es muy clara”.
Perera aseguró que en este momento los países vecinos de ambas regiones no insistieron en proteger la soberanía de Guyana, destacando que esto podría ser “un aspecto de la identidad de Guyana como ex colonia británica”.
Durante un evento del Diálogo Interamericano este jueves, el experto agregó que el referéndum en Esequibo, Venezuela, fue un ejercicio para comprobar “qué tan estrechamente están siguiendo los venezolanos el derecho internacional”. Sin embargo, señaló que “no ha hecho nada para resolver los problemas económicos” de su nación.
Ryan Berg, director del programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, señaló que la estrategia de Maduro sería “intentar obligar a Guyana a participar en algunas negociaciones de las que pueda obtener algún tipo de beneficio”.
Al norte del continente, en Estados Unidos, “la posición es muy clara”, según Mark Fierstein, asesor principal del Instituto estadounidense para la Paz, “y es que las decisiones arbitrales deben respetarse a menos que las partes u otras autoridades jurídicas competentes decidir lo contrario”, dijo en referencia a un posible fallo de la Corte Internacional de Justicia en Esequibo.
Según Fierstein, los intereses económicos estadounidenses también estarán en riesgo, ya que “estamos hablando de dos productores de petróleo y no queremos ver ningún tipo de perturbación en el mercado”.
Además, según el experto, “cualquier tipo de inestabilidad en la región” puede o puede indicar un aumento de la migración irregular.
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