Las comunidades aborígenes lamentaron la muerte del religioso y exigieron una investigación exhaustiva. El padre trabaja en la selva del Delta Amacuro desde hace 15 años y denuncia el tráfico masivo y la esterilización de indígenas.
Maduro. Aunque no es de origen venezolano, el sacerdote Josiah K’Okal pasó a formar parte de ella, trayendo caricias de Dios y aclarar las necesidades del pueblo indígena Warao, en el sur de la región oriental y Guyana.
Esta es nuestra misión Padre Josiah K’Okal, fue encontrado muerto el pasado martes 2 de enero en circunstancias poco claras, en el paraje Boca de Guara, municipio de Sotillo de Monagas, carretera nacional a Tucupita.
Este monje tiene 27 años de servicio misionero, que dedicó a trabajar con etnias indígenas Venezolanos, obtengan su ciudadanía.
K’Okal ya tiene 15 años presos en la selva del oleoducto Delta Amacuro con la congregación María de la Consolata, defendiendo los derechos humanos de este grupo de personas.
La teoría que maneja el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) es que el padre estaba deprimido. Esta versión no fue aceptada por los tucupitanos y pidieron, como el Superior Provincial de la Compañía Jesús en VenezuelaPadre Alfredo Infante Silvera, una investigación exhaustiva para determinar lo sucedido.
Todos damos fe de las cualidades humanas del Padre K’Okal y de su labor de estrecha y valiente solidaridad con el vulnerable pueblo Warao. Necesitamos hacer una investigación seria hasta saber la verdad, todo está muy confuso”, declaró el jesuita a la emisora.
¿Quién es el padre Josiah K’Okal?
“Baré mekoro” o “padre sabio” nació el 7 de septiembre de 1969 en Kenia (África). Tiene 54 años y antes de la consagración trabajaba como un corredor de maratón.
La organización de la Consolata americana señala que K’Okal Se unió a esta congregación en 1993. Estudió teología en Londres. y cuatro años después fue ordenado sacerdote.
Llegó a Venezuela en 1997, sirviendo en Misión y Actividades Vocacionales, Pastoral afrodescendiente y parroquia de Barlovento (Miranda). También trabajó en el Ministerio de Animación Evangélica en Barquisimeto (Lara) y el Ministerio Indígena en Nabasanuka y Tucupita, en el oriente del país.
Por su misterio misionero Ocupó el más alto cargo en la Misión de Consolata en Venezuela. También es subsupervisor, administrador y asesor.
Su amplio conocimiento le valió un certificado de maestro del Ministerio de Educación, impartiendo clases de inglés en la zona.
Padre keniano formado en Derechos Humanos, desde entonces su trabajo es proteger los derechos de los pueblos indígenas, acompañando la migración de los waraos a Brasil. Denunció la trata y esterilización masiva de mujeres indígenas.
En 2022 completó una maestría en Antropología, en la Facultad de Ciencias Sociales Latinoamericanas de Ecuador, centra su investigación en el caso de los waraos brasileños desplazados que viven en el país, el hacinamiento en los centros de refugiados y las violaciones a sus derechos.
Un sacerdote apasionado por la labor pastoral
Con su misión, “El Padre Sabio” se convirtió en apóstol y hermano de los Waraos. Intimidad en la realidad de la inconsciencia y la búsqueda. Las soluciones a la luz de la Palabra de Dios se han ganado el amor y el respeto de la gente.
Efrennis Chirinos, miembro de la orden de monjes y laicos, explicó que uno de los trabajos que realizan es repartir alimentos a la gente. waraos en estado de abandono y de la noche a la mañana en las calles de Tucupita y hurgando en los vertederos.
Asimismo, asisten familias con altos niveles de vulnerabilidad y enfermarse.
Monseñor Ernesto Romero, obispo del Vicariato Apostólico de Tucupita, dijo a Crónica. Uno, que el Padre Josías fue un gran amigo, misionero y entusiasta de la labor pastoral que aprendió y vivió en la Congregación.
Con la muerte del sacerdote, La misión de Consolata seguirá su curso. Aseguraron que la iglesia había perdido a un gran misionero pero se veía obligada a seguir acercando al Salvador a los más necesitados.