con una espátula
Hace aproximadamente cuatro meses apareció en Instagram la cuenta de Emily Pellegrini, quien se describe como una joven de 23 años que actualmente vive en Los Ángeles y trabaja como modelo. Durante este tiempo y gracias a sus provocativas imágenes ha conseguido más de 138.000 seguidores, pero detrás del éxito de este usuario se esconde una verdad que fue revelada hace unos días.
Por Infobae
Resulta que Emily Pellegrini en realidad no existe. Pero se trata de un modelo creado mediante inteligencia artificial, como dijeron sus desarrolladores en un artículo publicado en el portal británico Daily Mail: “Le pregunté a Chat GPT qué mujer es el sueño del hombre promedio, y ella Dime que tienes el pelo largo y castaño y piernas largas. Entonces hice lo que ella dijo. El objetivo es hacerla lucir bien y atractiva. “Quiero hacerlo lo más real posible”.
El contenido que publica ha hecho ganar a los creadores decenas de miles de dólares. Pero lo más curioso no es que sean miles de usuarios los que comentan e interactúan con sus publicaciones. Pero la modelo ha recibido ofertas serias de estrellas del deporte y empresarios: “Es muy diferente quién se pone en contacto con ella y dónde. Sus mensajes directos de Instagram hacen que muchas personas famosas, incluidos jugadores de fútbol, multimillonarios, luchadores de MMA y tenistas, crean que ella es real. La invitaron a Dubai para reunirse y cenar en un excelente restaurante.
en la entrevista El desarrollador se niega a dar su nombre para no ridiculizar a estas personas que buscan conquistar el modelo virtual. Pero revelaron una conversación con un jugador profesional de Alemania que le enviaba mensajes de texto constantemente1. “Hubo momentos en los que pensé ‘¿Qué diablos está pasando?’, apareció un futbolista profesional en el mensaje de Emily y preguntó: “¿Cómo es posible que una mujer tan hermosa no tenga novio?”
Nadie parece sospechar que Emily no existe. Y todo es gracias al trabajo de este programador que se animó a llevar sus conocimientos al límite para crearla: “Al principio trabajaba entre 14 y 16 horas diarias en Déjela descubrir cómo funciona el programa de Emily en su rostro, cuerpo y videos. Ahora trabajo ocho horas todos los días de la semana. No soy el tipo de persona que va a fiestas, sólo trabajo”.
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