En un giro inusual de los acontecimientos, el gobierno de Nicolás Maduro liberó a 17 presos políticos, un punto de inflexión en medio de las negociaciones sobre el empresario colombiano Álex Saab. Esta acción provocó diversas reacciones y planteó interrogantes sobre los antecedentes y la influencia de estas antiguas cárceles en el entorno político de Venezuela.
Etapas de la Liberación:
La liberación de los presos políticos el miércoles 20 de diciembre es un indicio de una serie de decisiones tomadas en poco tiempo.
Sindicatos condenados:
Entre los primeros en ser liberados se encuentran Alcides Bracho, Alonso Meléndez, Emilio Negrín, Gabriel Blanco, Néstor Astudillo y Reynaldo Cortés; Los sindicalistas fueron condenados a 16 años de prisión por “conspiración” y “ejemplo”. El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) enfatizó que estas seis personas que estuvieron detenidas por más de 500 días fueron liberadas.
El caso del “espía americano”:
Entre los liberados se encuentran Ivonne Barrios, Guillermo Zárraga, Daeven Rodríguez y Andry Finol, quienes fueron acusados de “espionaje estadounidense”. La liberación de estos detenidos refleja la ampliación de la medida de liberación.
Roberto Abdul:
El gerente de Súmate, Roberto Abdul, fue liberado luego de ser arrestado por acusaciones de irregularidades en las primarias de la oposición. Su detención, vinculada a las elecciones del 22 de octubre, entra ahora en conflicto con su regreso a la libertad.
Figuras conocidas:
Horas más tarde se aprobó la liberación del capitán Juan Carlos Guillén Rosales, el abogado Reyes Gabriel Hernández González y el juez Carlos Alberto Jaimes Gómez, destacando la diversidad de perfiles entre los liberados.
La liberación de 19 presos políticos en Venezuela en medio de negociaciones por Álex Saab plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta medida y su impacto en la situación política del país. Mientras algunos celebran la libertad recuperada, otros observan con cautela, valorando si esta acción representa un cambio real en la política opresiva del gobierno. En este complejo escenario, la sociedad venezolana espera atentamente los acontecimientos venideros, consciente de que la lucha por los derechos y la justicia continúa, marcando un período que puede tener importantes consecuencias sobre el futuro político del país.