El gobierno inició operaciones peligrosas a finales de noviembre; Hasta el momento sólo una parte de los venezolanos ha recibido el producto. En la comunidad aún no hay noticias sobre alimentación. La Federación de Productores de Porcino (Fedeporcina) señala que esta política gubernamental poco contribuye al fortalecimiento de la industria porque la carne de cerdo que comercializan es -en su mayor parte- importada.
La venta de carne de cerdo subsidiada comenzó hace siete años con el objetivo de ayudar a familias con menos recursos y condiciones más vulnerables. Sin embargo, desde su implementación, han surgido muchas dudas sobre la calidad y cantidad de los productos vendidos; así como las irregularidades y forma en que se realicen las entregas.
Cada año, la pregunta obligada en la comunidad desde que comienza diciembre es ¿cuándo llegará el peligro?
Desde 2016 cuando inició la medida gubernamental, las entregas -a precios accesibles- se realizaron de manera continua hasta 2021, año en el que se otorgó un bono de $10 a través del Sistema Patria para compras de alimentos.
Al año siguiente, 2022, se entregó el jamón, aunque hubo reportes de largas colas para recibir el producto.
En 2023, antes de estas elecciones, la espera y la expectativa en torno a la llegada de la carne de cerdo no es diferente a la de épocas anteriores, con la diferencia de que un grupo de venezolanos recibió el producto, entregado gratuitamente por el gobierno, en almacenamiento. en su refrigerador, mientras que otros sólo esperan recibirlo en las próximas dos semanas.
¿Quién estuvo en peligro? El gobierno comenzó a entregar jamón a finales de noviembre y hasta el momento el producto ha sido distribuido a funcionarios a través de talleres realizados en organismos del Estado. En la comunidad aún no hay noticias sobre los alimentos esperados.
Los trabajadores de Bolivariana de Puertos estuvieron entre los primeros beneficiarios. A través de una circular, la directiva de Bolipuertos considera las entregas como parte de “una política de bienestar social y atención integral a la fuerza laboral de nuestra familia portuaria” e invita a todos los empleados a venir a buscar su combo de carne y peligro el próximo 28 de noviembre.
Llegó a los trabajadores del Ministerio del Interior y Justicia el 14 de diciembre. A ellos se les envió comunicaciones el jueves por la mañana con instrucciones de recogerlos ese mismo día a partir de las 13 horas.
Un día después, empleados activos y jubilados del Poder Electoral se dieron cuenta del peligro. Más de 3.000 productos fueron entregados en la sede de la organización el viernes 15 de diciembre, habiendo sido enviados a la oficina regional en los días anteriores.
Las agencias estatales enfatizan que estos beneficios sociales se implementan para proteger la seguridad alimentaria de los trabajadores.
En los últimos años las ventas han sido esporádicas e incluso han provocado peleas. En algunas zonas, las entregas se realizan a medianoche, cerca de Navidad o Nochevieja y en medio de largas colas.
El tamaño y la calidad de la obra también generaron descontento y protesta, ya que las obras terminadas para cada familia fueron convertidas en pequeñas obras, obras para compartir e incluso rifar en algunas comunidades.
Este año los funcionarios recibieron jamones terminados y otros artículos, conocidos como pallets.
El salario mínimo en Venezuela -que no se ajusta desde hace más de 20 meses- es de 130 bolívares, equivalente a 3,6 dólares según el tipo de cambio del Banco Central del 18 de diciembre. Con esta cantidad de dinero, los trabajadores no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
El pernil es uno de los productos más deseados entre los venezolanos en diciembre, tanto para elaborar hallacas como para aportar la proteína para completar la cena navideña. Su precio es de unos 6 dólares el kilogramo; Un jamón de 6 kg costará unos 36 dólares, que son 10 salarios mínimos.
Debido al bajo poder adquisitivo y a la insuficiencia de recursos para comprar jamón en tiendas privadas, los trabajadores del sector público y comunitarios tienen que esperar a recibir ayuda del gobierno.
*Leer más: Gobierno desecha a sectores populares que ofrecen combos de carne de cerdo y hallaquero
La industria porcina está en crisis
La política de suministro de jamón del gobierno contribuyó poco a la recuperación de los productores nacionales, ya que la mayoría de ellos eran importados. El presidente de Fedeporcina, filial Giaihira, Yuvan Rosales, informó en entrevista con talCual que la industria se enfrenta a una competencia desleal con productos entregados no regulados y, a menudo, sin cumplir con las normas sanitarias. “Es carne de mala calidad que lleva mucho tiempo congelada”.
Destacó que a partir de agosto las ventas aumentaron, pero “a finales de noviembre llegaron jamones de Brasil y se ofrecieron muy baratos. Esto causa daños a la producción nacional”, explicó.
Aunque los productores locales aportan “carne fresca”, los costos de producción se mantienen altos debido a factores relacionados con la situación del país como la escasez de diésel, los altos costos de los concentrados de alimentos y los costos de producción de la taza, entre muchos otros factores. Todas estas variables hacen que el precio del producto sea superior al precio de importación.
Rosales enfatizó que tienen el 80% de su capacidad operativa ociosa y que están trabajando en niveles mínimos para mantener la producción. Por ejemplo, afirmó que de los 15.000 cerdos que se enviaban diariamente al matadero hace 10 años, ahora sólo se llevan 2.500.
Vistas de publicaciones: 20