De vendedor de llaveros a “ministro en la sombra” del presidente Nicolás Maduro, el colombiano Alex Saab fue figura clave en un intercambio mediante el cual Estados Unidos logró la libertad de unos 20 presos venezolanos y Estados Unidos se encuentra en Venezuela este miércoles 20 de diciembre.
Saab (Barranquilla, 1971), acusado de ser “fachada” de Maduro, está siendo juzgado en Florida por blanqueo de capitales a través del programa de suministro de alimentos del Gobierno venezolano.
Saab fue arrestado en Cabo Verde en junio de 2020 y extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021, en medio de la indignación del gobierno venezolano que denunciaba el “secuestro” de un “embajador” de su país. Recién entonces se hizo público que este empresario tenía ciudadanía venezolana y mucho menos que tenía título diplomático.
Desde entonces, el gobierno de Maduro se ha embarcado en una cruzada por su libertad, que comenzó con ruidosas protestas y ahora termina con negociaciones silenciosas.
Estados Unidos ha exigido la liberación de estadounidenses y otros presos políticos venezolanos a cambio del levantamiento de las sanciones a Venezuela.
“Está claro lo importante que es el nombre Alex Saab para Maduro”, dijo a la AFP Roberto Deniz, periodista del portal de periodismo de investigación Armando.info, que ha escrito extensamente sobre el caso Saab. Deniz es objeto de una orden de arresto en Venezuela por “incitar al odio” por denuncias de corrupción contra el polémico contratista.
“Desafortunadamente, con el intercambio, que fue más una negociación política, la justicia pasó a un segundo plano y Estados Unidos estropeó años de investigación contra Saab por lavado de dinero”, añadió.
Diez estadounidenses han sido liberados, entre ellos dos condenados por un complot fallido para invadir Venezuela en 2020. Hasta ahora, otros 14 “presos políticos” venezolanos han sido liberados, confirmó la AFP.
“El contratista está de acuerdo”
Según la denuncia, Saab y su socio Álvaro Pulido, arrestados en Venezuela en abril pasado por un escándalo de corrupción en la petrolera estatal PDVSA, habrían transferido 350 millones de dólares desde el país caribeño a cuentas extranjeras que poseen o controlan.
Saab enfrenta hasta 20 años de prisión si es declarado culpable.
Hijo de un empresario libanés radicado en Barranquilla, Saab comenzó vendiendo llaveros promocionales antes de ingresar a la industria textil, con 100 almacenes que exportan a más de 10 países, según la historia oficial del Estado.
Inició su negocio en Venezuela en la industria de la construcción. Firmó su primer contrato en 2011 en el palacio presidencial de Miraflores, cuando Hugo Chávez era presidente y Maduro era primer ministro.
Un joven Saab con coleta subió al escenario y firmó “una alianza estratégica” para “instalar kits de construcción de viviendas prefabricadas”.
Aunque dijo en 2017 que no conocía personalmente a Maduro, el ascenso al poder del actual presidente en 2013 abrió la puerta para que el empresario se convirtiera en su “contratista aprobado” y luego sea su “ministro plenipotenciario en la sombra”, enfatizó Deniz en una entrevista. con AFP en 2021.
Según el periodista, Saab saltó de la vivienda social a un contrato de construcción de un gimnasio por valor de 100 millones de dólares, pagado por adelantado, y de ahí a un negocio petrolero con una “empresa espeluznante” sin ¿Qué logros adicionales?
La exfiscal general de Venezuela, la disidente chavista Luisa Ortega, lo ha clasificado como una “figura títere” de Maduro y su familia.
“Bisagra” con Irán y Rusia
En 2016, Maduro creó el Comité de Producción y Abastecimiento Local (CLAP), un plan de distribución de alimentos subsidiados en momentos en que había escasez de más de dos tercios de los productos básicos.
Y Saab se ha convertido en uno de sus proveedores, logrando “importantes acuerdos comerciales”, según una serie en su canal de YouTube titulada “Alex Saab, el traficante antibloqueo”.
En 2018, según esa versión, asumió “como funcionario” la “misión” de comprar “alimentos, medicinas, repuestos para refinerías de petróleo y empresas diversas” en Rusia e Irán.
Por ejemplo, Saab se felicitó por importar combustible iraní en un momento de grave escasez.
“Es la bisagra de muchos de estos negocios” de Maduro con “países aliados”, enfatizó Deniz.