Venezuela Informa
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Corría el año 1982 y Argentina, en plena dictadura militar (1976-1982), sufría una grave crisis económica debido a una fuerte inflación, y una situación social cada vez más tensa, aunque su alcance aún es desconocido para la mayoría. del pueblo sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas desde que Jorge Videla llegó al poder. El presidente de facto en ese momento, el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, buscaba una excusa para ganar tiempo, controlar la situación y conservar el liderazgo militar.
LUCAS GOYRET || INFORMACIÓN
Desesperado, intentó apelar al sentimiento nacionalista. El 2 de abril de 1982 ordenó el desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas, un archipiélago ubicado en el océano Atlántico Sur, a unos 600 km de Argentina y cuya soberanía estuvo en disputa con el Reino Unido durante 190 años. una guerra entre dos países. Terminó el 14 de junio con una victoria británica. Aunque duró poco, el conflicto fue brutal: más de 900 personas murieron (649 argentinos, 255 británicos y tres isleños).
También significó el principio del fin de la dictadura argentina. En medio del dolor y la ira, miles de personas salieron a las calles, obligando a los generales del ejército a exigir la dimisión de Galtieri. Al año siguiente, Argentina recuperó la democracia bajo el gobierno de Raúl Alfonsín.
Dejando de lado diferencias de contexto histórico y de tipo de dictadura, una situación similar se presenta actualmente en la región, en el marco de la disputa entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, un extenso territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, ubicado al oeste de El río Esequibo es rico en minerales, incluido el petróleo.
El pasado domingo 3 de diciembre, el dictador venezolano Nicolás Maduro convocó a un referéndum en el que propuso, entre otras cosas, la anexión de ese territorio. Un referéndum “no vinculante” sólo pretende atraer a los venezolanos para que apoyen o no la posición del chavismo. Sin embargo, la postal de los centros de votación fue demoledora: como en elecciones pasadas, prevaleció el ausentismo electoral. Sólo unos pocos siguieron el régimen de acceso y muchos más fueron movilizados por la estructura del PSUV.
Esta baja participación no satisface la falta de preocupación del pueblo venezolano por su soberanía sobre el Esequibo. De hecho, la oposición ha expresado repetidamente su determinación de proteger y reclamar el territorio en disputa. La refutación es el régimen de Maduro y su tono agresivo al abordar el tema.
El momento de la consulta popular no es una coincidencia. Al igual que Galtieri en 1982, Maduro necesitaba –y necesita– unir a los venezolanos detrás de la causa patriótica y nacional. Mientras Venezuela se ve sumida en la peor crisis humanitaria que la región haya visto jamás y la dictadura se ve cada vez más presionada por la comunidad internacional para celebrar elecciones libres y transparentes, Maduro busca ganar tiempo y reorganizar su estructura con un único objetivo: mantener el poder.
Como era de esperarse, el chavismo habló de un día histórico. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), cercano al régimen, votaron más de 10,5 millones de personas.
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