La Sala de Apelaciones Penales solicitó a Colombia y Honduras la entrega de dos presuntos integrantes de la organización que opera en la Cota 905, a la que el Ministerio Público quería investigar por delitos como extorsión, secuestro y terrorismo.
Cejas negras. El asesinato de Carlos Luis Revete, apodado “El Koki”, por agentes de la Asociación de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) el 8 de febrero de 2022, no significa el fin de la guerra contra la megabanda que lideraba. . Las autoridades ahora tienen en la mira a unos 40 miembros de la organización que lograron abandonar el país, entre ellos varios lugartenientes del criminal desaparecido.
Así, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) acordó en un día solicitar a Colombia y Honduras la entrega de dos integrantes de la organización criminal cuya base de operaciones es la Cota 905.
Número de frases 444 tú 451Publicada el 16 de noviembre, la Sala de Apelaciones Penales “continúa” con los pedidos de extradición del Ministerio Público contra Alonso José Ortega Larosa, alias “El Balón”, y Luis Janfre Guerrero Uztariz, alias “El Janfre”.
El máximo tribunal consideró que las solicitudes eran legales porque los delitos solicitados no eran políticos y no estaban previstos casualmente en la legislación de los países en los que se ubicaban.
La oficina, encabezada por Tarek William Saab, fiscal designado por la disuelta Asamblea Constituyente, quiere presentar cargos contra los dos hombres por presuntamente haber cometido secuestro agravado, extorsión agravada, obstrucción a la libertad de comercio, terrorismo y delitos de asociación agravados.
La justicia venezolana viene tomando medidas en su contra desde 2021, como órdenes de captura nacionales e internacionales y su inclusión en la lista de buscados de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Garantías de proceso requeridas
En decisiones escritas por los jueces Carmen Marisela Castro Gilly y Maikel Moreno Pérez, el máximo tribunal, junto con sus homólogos de Colombia y Honduras, se comprometió a ofrecer a Ortega Larosa y Guerrero Uztáriz un proceso que incluya todas las garantías legales.
Por ello, el TSJ afirmó que la sentencia definitiva contra los sujetos aseguraría que se garantice el solicitado “derecho de defensa; el principio de no discriminación; prohibir la desaparición forzada de personas; el derecho a la integridad física, psíquica y moral y el derecho a la prohibición de someter a las personas a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
“Por lo tanto (…) serán tratados con respeto, conforme a la dignidad inherente al ser humano; el derecho a un sistema penal que garantice la rehabilitación del preso si es declarado culpable; el derecho a asistencia jurídica, previa solicitud, mediante la designación de un defensor público; el derecho a ser informado sobre las acusaciones por las que está siendo investigado; “el derecho a acceder a pruebas y a disponer de tiempo suficiente y medios adecuados para presentar su defensa, así como el derecho a apelar una decisión adversa, salvo las excepciones establecidas por la ley.”
El documento precisa que el alto tribunal también “afirmó que se respetaría a ambos sujetos, tras prometer garantizar los derechos a la vida y a la salud de los reclamados”, todos los derechos civiles y sociales inherentes a la persona privada. libertad; y no se impondrá a los solicitados pena de muerte, cadena perpetua ni pena vergonzosa o superior a treinta (30) años.”
Arrestos
El Ministerio Público solicitó la extradición tras conocer que Ortega Larosa y Guerrero Uztariz fueron detenidos en Medellín y Danlí, respectivamente.
La captura de los apodados “El Balón” y “El Janfre” se produjo casi en simultáneo. Oficiales de la policía hondureña dijeron que el primero fue arrestado el 3 de octubre y menos de siete días después, el segundo fue arrestado en un pueblo en la frontera con Nicaragua.
Ahora el Departamento de Estado debe enviar las decisiones tanto a las autoridades diplomáticas colombianas como hondureñas, quienes luego las enviarán a las autoridades judiciales pertinentes, quienes decidirán si entregan los asuntos.