Hay pocas cosas más dañinas para una nación que haber establecido un poder controlado por falsos patriotas. Si además son pseudodemócratas y verdaderos depredadores, entonces el país está en el abismo.
Los falsos patriotas son aquellos que encubren sus intereses de poder y riqueza con la hipocresía del amor a la patria. Les importa poco o nada el bien común del país, mientras mantengan el control del poder.
Los falsos patriotas no tienen reparos en hipotecar la economía del país. No les importa que millones de sus residentes tengan que emigrar debido a desastres nacionales. Proporcionan vastos recursos a los regímenes involucrados y renuncian a reclamos territoriales históricos a cambio de votos en organismos internacionales.
Los falsos patriotas alaban constantemente el patriotismo, mientras que se violan los derechos humanos de las personas en los aspectos políticos, económicos y sociales.
Los falsos patriotas son aquellos que utilizan la bandera patriótica para justificar sus actos ultrajantes y criminales y atacar a sus acusadores.
Por otro lado, un verdadero patriota es alguien que ayuda a construir un país digno, soberano, próspero, libre y democrático, mirando hacia el futuro con confianza y oportunidades. Necesitamos verdaderos patriotas para reconstruir la Patria.
Por: Fernando Luis Egaña