Venezuela Informa
Las clases comenzaron en Venezuela en octubre pasado con un sistema educativo ya colapsado. A la deserción escolar, las condiciones laborales precarias y los edificios dañados se suma la escasez de docentes. Una situación que se considera un grave problema en los próximos diez años.
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Al inicio del año escolar, el régimen de Nicolás Maduro enfatizó que más de 8 millones de estudiantes habían regresado paulatinamente a las aulas, en una “Venezuela que quiere más educación y cultura, que es el camino hacia la felicidad”. Sin embargo, la realidad parece otra y tiene un futuro cruel.
Durante los primeros días de clases se notó la presencia en los colegios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de la Policía Nacional (PNB), debido a los pedidos de pago de los docentes y para verificar la asistencia a la participación de un pequeño número de empleados que continúan su estudios. Laboral.
Debido a la falta de datos oficiales, informes de diversas organizaciones indican que miles de docentes han dejado sus puestos actuales para buscar mejores oportunidades en el extranjero, provocando una escasez de educadores calificados y repercutiendo negativamente en la calidad de la educación. Esta situación obstaculiza gravemente el desarrollo académico de los estudiantes venezolanos y el futuro de las próximas generaciones.
La ONG “FundaRedes” realizó Consultas Educativas en los estados fronterizos de Amazonas, Apure, Bolívar, Falcón, Xemhira y Zulia. Cesaron a 307 docentes de los niveles básico, primario y secundario.
Uno de los principales problemas son los bajos salarios que no alcanzan para cubrir los costos de alimentación, ropa, transporte, atención médica o educación de sus hijos.
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