si queremos Superar las limitaciones derivadas de las dudas sobre los dogmas de la fe.No nos queda más que acudir a Jesús, a quien todos llevamos en el corazón, Jesús sencillo predicando entre los pescadores en los montes abiertos y a orillas de los ríos. A Jesús, que nos invita a comunicarnos con el “Padre” con humildad y sencillez, dejando de lado la arrogancia de ideas conocidas y ceremonias complejas.
Basta orar, simplemente orar, para incluir todos nuestros sentidos en la comunicación que intentamos establecer con el poder supremo que gobierna el universo. Basta dejar de lado los problemas de la rutina, el ruido ambiental y el caos del mundo y orar. Si oramos para que el propósito de nuestra existencia sea con Dios, el amor de Dios nos llevará a la paz, a la paz verdadera, donde no hay consuelo porque no hay dolor, no hay culpa porque no hay pecado. No hay deuda porque no hay ambición.
El verdadero amor, la verdadera paz, es la calma interior que nos permite movernos en el mundo sin sacrificar nuestras esencias espirituales en el altar de las ambiciones. Esta virtud está en manos de los humildes y de los santos. Así que oremos para que Dios nos dé humildad en medio de todos los gritos de orgullo que nos rodean.
Dios todopoderoso, creador del universo y de la vida en él. Los católicos de Venezuela, que conocemos la gracia y la paz que enseñas con tu palabra y ejemplo, queremos caer a tus pies, sabiendo que somos tu ejército de espíritus libres que conocemos a Jesús sólo como tu hijo. rechazar los ídolos falsos…Somos su ejército señor, no tenemos armas y rechazamos cualquier violencia que nos aleje de nuestros hermanos venezolanos. Somos una nación pacífica y trabajadora que cree en los Evangelios. Te pedimos, oh Dios milagroso y salvador, que nos des la fuerza para persistir en el camino de la salvación. Sabemos que hemos pecado y sufrido por ello, ahora ten piedad de nosotros, mira nuestro desamparo y que se haga en nosotros tu justicia. Somos tu ejército, guíanos y nunca dejes que desistamos en el esfuerzo de luchar por el bien y contra el mal. Amina.
¡Padre, Soplo de Vida, Fuente del Sonido, Acción Sin Palabras, Creador del Universo!
Esparce tu luz dentro de nosotros, dentro y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.
Ayúdanos a seguir adelante respirando sólo la emoción que emana de Ti.
En el mismo paso, nuestro Ser puede estar con el Tuyo, para que podamos caminar como Reyes y Reinas con todas las demás criaturas.
Que tu deseo y el nuestro sean uno en toda Luz, en todas las formas, en toda existencia individual y en todas las comunidades.
Sintamos el espíritu del mundo dentro de nosotros, porque así sentiremos la Sabiduría que existe en todas las cosas.
Que la superficialidad y apariencia de las cosas mundanas no nos engañen, sino que nos salven de todo lo que obstaculiza nuestro desarrollo.
Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que de vez en cuando se renueva y hace que todo sea hermoso, no lo olvidemos.
Que tu amor sea sólo donde crezcan nuestras acciones. ¡Que así sea!
Jorge Euclides Ramírez