No nos hagamos ilusiones, el poder autoritario no tiene ningún interés en allanar el camino a cualquier camino que permita el cambio. Al contrario: se dedica a frenarlos con todos los medios a su alcance.
Representan charadas para distraer la atención u ocultar su falso patriotismo. Pero el objetivo de esto es intentar establecer una continuidad. Lamentablemente, todavía hay portavoces que dicen ser opositores que continúan con estos juegos. Lo lamento. Allí no puede haber buena fe. Probablemente sea un mal billete…
Las carreteras no serán limpiadas por las actividades de las instituciones. En una democracia funcional, esto sucede con cierta dificultad. Pero en una hegemonía tiránica y depredadora, eso nunca puede suceder, primero porque no hay instituciones independientes y segundo porque el único camino hacia la hegemonía es continuo.
Los caminos deben ser despejados por la fuerza democrática del pueblo. Los resultados de las elecciones primarias lo alientan. El iceberg de la negación del poder sigue ahí, creciendo y sólo se ve la punta en las primarias.
La constitución oficial actual prevé varios caminos hacia el cambio democrático. Y deben estar empoderados como ciudadanos para que el futuro de Venezuela sea claro.
Por: Fernando Luis Egaña