por: Rosario Anzola
El sábado 11 de noviembre asistimos al evento. Zarzuela Los Gavilanes Presentado en el Anfiteatro Don Pío Alvarado del Complejo Ferial Bicentenario de Barquisimeto, el espectáculo es admirable por su enorme esfuerzo en escena. Bajo producción general de Joe Alvarado
También brilla el coro, dirigido por Imelda Fréitez. Voz e interpretación del cantante.; Coreografía de Luisa Suárez y Actuación de sus bailarines. Se volvieron impecables 120 orquesta juvenilDirigida por el maestro Josué Monsalve, destaca por su exquisita ejecución. Todo el equipo Y los técnicos que hicieron posible este evento merecen un caluroso aplauso. Es agradable darse cuenta de lo ordenado que está. Atención a las regulaciones y seguridad Es un ejemplo del éxito que se puede conseguir con una buena organización.
El evento comenzó con las palabras de E.MBA Español en Venezuela Don Ramón SantosDonde el confort y la simpatía del público crean el mejor ambiente. Estamos agradecidos a la embajada. Incluido el Consulado Honorario de España en Barquisimeto, a nombre de Beatriz García, por brindarnos esta gran oportunidad de disfrutar de un género que forma parte de la tradición musical latinoamericana.
y para este propósitoQuiero resaltar la difícil situación del pueblo de Barghisimeta que tiene un talento y un oído musical especiales.Este es un hecho que los convierte en un público muy exigente. que puede evaluar la calidad de las actuaciones musicales. Exponerse a este público es un desafío para los grupos y cantantes que acuden a la ciudad con sus conciertos. Esta pasión por la música se hace patente en la Zarzuela. Las gradas se llenaron y se sintió el contagioso entusiasmo de los presentes.
De repente empezó a llover y nadie se movió de su lugar. Las nubes pasaron y la garúa desapareció. hasta que la gota de agua se vuelva más concentrada antes de la acción final. Es imposible quedarse allí. La gente salió a sus coches mientras caía la lluvia. El cantante y la orquesta siguen escribiendo, tal vez esperando instrucciones claras: ¡otro mérito! Pensé con miedo que el instrumento pudiera dañarse al mojarse. Entonces vi algo que se me quedó grabado: un percusionista se quitó la chaqueta para ponérsela a un tambor para protegerlo del agua. El gesto me llenó de ternura.
como somos testigos ZarzuelaEspero verlo hasta el final la próxima vez y una vez más lo aplaudo por la dedicación que merece por un esfuerzo tan digno.
Rosario Anzola