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En Venezuela, cada vez más estudiantes universitarios de centros de estudios públicos deciden no postular a la beca porque el trámite es más costoso que lo que recibirían si fuera aprobada. Actualmente se pagan cinco dólares al mes.
Por Fabiana Rondón / vozdeamerica.com
Para los estudiantes que ya recibieron la beca, el dinero sólo les permite pagar una parte del boleto municipal del mes, el desayuno o recargar sus celulares, explicó. Voz de America Presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV), Jesús Mendoza.
“Las becas no alcanzan para nada; Un estudiante usa esa beca para comprar el desayuno o comer bolívares para recargar su teléfono, un estudiante hace lo mismo con la beca ahora mismo. Ahora lo que hemos visto es que los estudiantes están postergando la solicitud de becas porque el proceso cuesta más de lo que obtienen”, dijo Mendoza.
A la hora de comprar material académico, las becas universitarias sólo alcanzan para comprar 100 exámenes, una libreta pequeña con 12 bolígrafos o un paquete de resaltadores.
Cada producto vale $5. Si el estudiante quiere comprar una calculadora científica debe ahorrar tres meses de beca, y si quiere comprar una libreta de espiral grande debe ahorrar dos meses de subsidio.
Según el presidente de la FCU-UCV, debido a esta situación los estudiantes enfrentan muchas necesidades, especialmente aquellos que estudian en universidades que no están en su estado y, actualmente en el caso de Caracas, deben pagar un alojamiento dentro. 150 y 300 dólares al mes.
“Son estudiantes que necesitan apoyo socioeconómico, que no tienen recursos para continuar su carrera, algunos estudiantes extranjeros que no viven en el mismo estado donde está ubicada su universidad (…) Los estudiantes también tienen que tener los recursos para comprar los insumos necesarios como si eres estudios de carrera teóricos y prácticos pero como material para cuadernos, hojas de exámenes, prácticas”, explicó.
Andrés Calpavir, estudiante de noveno semestre de Ciencias Políticas de la UCV, recibe una beca universitaria desde que inició su carrera. Coincidió con Mendoza en que el monto actual de becas es insuficiente y no cubre ninguno de los gastos básicos del estudiante como transporte, alimentación y materiales de estudio.
“Está claro que la beca no alcanza para nada, hay un depósito de 160 bolívares, que son como cinco dólares y cada vez sale menos. Aunque el monto está anclado, es decir, aumentará dependiendo de cuánto sea el dólar, ‘pero siguen siendo cinco dólares que no alcanzan para nada, sólo que la beca ya fue a 12 pasajes urbanos’, reveló. Una entrevista con la VOA.
El estudiante cree que una cifra justa para una beca universitaria debería rondar los 50 dólares, lo que no es más que una subvención.
“Me parece que una cantidad justa podría estar entre 30 y 50 dólares considerando que es un apoyo económico y no es posible subirlo al nivel salarial, aunque el salario mínimo en Venezuela no alcanza. Mucho”, afirmó. dicho.
La organización Aula Magna ha denunciado en varias oportunidades que esta situación viola la Observación General No. 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que establece la necesidad de sistemas adecuados de beca que logren promover la igualdad en el acceso a la educación. Grupos desfavorecidos.
Las universidades no son una prioridad para el gobierno
Según Jesús Mendoza, el dinero de las becas universitarias es uno de los muchos problemas que enfrentan los estudiantes. Otras demandas de estudiantes en materia de transporte, comedor y servicios médicos han sido realizadas al Ministerio de Educación Universitaria.
A principios de octubre, la FCU y el Ministerio de Educación Universitaria formaron un grupo de trabajo para discutir estos temas. Mendoza explicó a la VOA que una de sus propuestas es aumentar las becas universitarias a $100 para estudiantes no extranjeros y $300 para quienes deban pagar vivienda.
Hasta el momento se desconoce si hay acuerdo al respecto, pero hay otras cosas que sí se han acordado. Por ejemplo, abrir el Comedor de la UCV (para 1.000 comensales) con servicio de desayunos y almuerzos.
Pese a estos avances, el presidente de la FCU considera que la situación actual del sector dificulta la permanencia de los estudiantes en las aulas. Por ello, considera que es el mayor reto al que se enfrenta el sector universitario.
“El mayor desafío para los estudiantes es mantenerse en su carrera aunque no haya condiciones y no tengamos un gobierno que fomente la continuidad académica de los estudiantes en las universidades autónomas. El mayor desafío es mantenerlos en la universidad, es complicado y por eso la tasa de deserción está entre el 45% y el 50%”, afirmó.
Además, esta situación es una señal de que la universidad no es una prioridad para el Gobierno nacional, añadió, señalando que las universidades autónomas sufren déficits presupuestales desde hace varios años.
“La universidad no es una prioridad para el gobierno nacional, cuando uno mira las acciones que ha tomado el gobierno en diferentes situaciones, ve que no es una prioridad, el déficit presupuestal es de más de 10 años, casi 15, donde tenemos crisis con comedores, transporte, becas y realmente es su No tener dinero no es la razón, simplemente no es una prioridad”, concluyó.