Se esperaba que la presa de Guataparo alcanzara el 50% de su capacidad para finales del invierno, pero no se logró. Luis Arocha, presidente del Comité de Agua del Centro de Ingeniería de Carabobo, explica las posibles causas del problema.
Valencia. Las lluvias no sólo traen devastaciones como ocurrió en el centro de Valencia. También han tratado de beneficiar los espacios naturales y la presa de Guataparo es uno de ellos.
Gabriel Cabrera, activista medioambiental de la ONG internacional Fridays for Future, ha constatado el aumento de los niveles de agua. Esto alivia sus preocupaciones.
Esa es la razón El embalse es un atractivo turístico de Valencia y un santuario de aves. Sin embargo, con el regreso de la sequía, este escenario puede volver. “Son aves que sólo se ven aquí, como estorninos y varios halcones”.
A sus oídos han llegado miles de versiones sobre por qué el embalse sufre tantas sequías: calentamiento global, pozos profundos en urbanizaciones cercanas, grietas en la compuerta de la presa, pero según él, la razón principal es la falta de publicidad. política.
Dice esto porque recuerda. visita del gobernador en julio de 2022. Prometió restaurar la presa Guataparo para crear espacio para los deportes de aventura. Por eso espera reunirse con Lacava para hacerle un pedido formal que resuelva este tema. “Esto no es consistente con la Oficina del Alcalde.”
Hablando desde la experiencia
Sin embargo, Luis Arocha, presidente de la Comisión de Agua del Centro de Ingenieros de Carabobo y expresidente del INOS durante el primer gobierno de la CAP, califica de “mentiras” todas las versiones que abundan sobre Guataparo.
Con 58 años de experiencia en temas hídricos, se atrevió a señalar los problemas de la presa. No le dio mucha importancia al llenado actual pero se mostró preocupado por la grave sequía que se produjo del 14 al 19 de abril.
El primer día la presa tenía cerca de 1 millón de metros cúbicos de agua, equivalente a 100 millones de litros, y al segundo día ya estaba toda consumida. “Sí, abril es el último mes de verano en nuestro país, pero hay algo más que lo hace seco”.
El ingeniero encontró la respuesta aguas abajo del embalse en una tubería de 60 pulgadas y 6 millas que conecta el embalse. Embalse de Guatáparo con la planta de tratamiento Alejo Zuloaga. Allí Arocha explica que hay 10 válvulas de escape de ocho pulgadas.
“Terceros han abierto una o más de estas válvulas, por lo que el agua de la presa fluirá hacia Pao Cachinche”.
Otra opción es realizar una mala gestión de Hidrocentro, lo que él niega. Las válvulas están en lugares destacados y, con la creciente población de Valencia, muchas de estas tuberías están ubicadas cerca de comunidades empobrecidas. “Hidrocentro debe repararlo urgentemente”.
La zona está a cargo del gobierno.
Las válvulas se utilizan para realizar la limpieza interna y reparación de tuberías al lavarlas. “Se los puede ver a lo largo del ARC frente a La Cabrera”.
El 25 de abril, Arocha predijo que con lluvias los niveles de los embalses se recuperarían casi un 50%.
Guataparo está diseñado para contener 28 millones de metros cúbicos de agua. Sin embargo, la sedimentación lo dejó en 22 millones de m3, por lo que se espera que alcance los 11 millones de m3, eventualmente 9 millones de m3.
Sin embargo, el hecho de no alcanzar el nivel estimado puede estar relacionado con la pérdida de agua mencionada anteriormente.
La presa tiene una superficie de 80 kilómetros cuadrados, recibe 1.200 mm de lluvia al año y su tanque hidrológico puede producir 672.000 m3 de agua, suficiente para llenar el embalse.
Además de lo sucedido, Arocha y Cabrera culparon al Gobierno porque el embalse de Guataparo se encuentra en la Zona de Régimen Administrativo Especial (Abrae). En este sentido, la responsabilidad recaerá en Hidrocentro, el Ministerio de Ecología Social y la Fuerza Nacional de Protección Ambiental.
La sequía no es sólo un delito administrativo y medioambiental, también es un delito que afecta a la Gran Valencia porque la función de respaldo del embalse se ve interrumpida ante la falta de agua.
Inspección
Por ello, el 5 de septiembre Arocha realizó una inspección a la línea de transmisión que sospechaba que tenía un problema.
La zona era de difícil acceso, algo que no debería haber sucedido, pero debido a la falta de atención de Hidrocentro, Arocha, con la ayuda de un vecino de la zona, llegó a la cima del embalse y utilizó un machete para atravesar esta zona. torre de agarre. “Es una jungla”.
Durante su recorrido encontró en la zona dañada tramos de tuberías rotas que generaban enormes chorros de agua, válvulas sin manivela, tomas de agua en tuberías destinadas a los invasores para el uso humano y encofrados.
La cantidad de agua perdida en estas fallas, según Arocha, es de 80 litros/segundo, equivalente a 4 botellas de 20 litros o 6912 m3/día.
Si lo multiplicamos por 90 días perderemos 62.000 m3 y el embalse quedará completamente seco”.
A Arocha le preocupa que los invasores beban agua de allí porque las tuberías están podridas. La contaminación proviene del embalse de Pao Cachinche debido al trasvase que se realiza desde 2007 desde el lago de Valencia. “Limpiar esas tuberías no es nada complicado”.
El problema, recuerda Arocha, no fue el agotamiento del embalse sino el ritmo al que se secó. “Los embalses son volátiles debido a su uso”.
a torrens no le importa
Además, la presa está siendo contaminada por los habitantes de Guataparo debido a la falta de un sistema de drenaje.
Sólo existen fosas sépticas y plantas de tratamiento. “Estos desechos se detuvieron en la presa pero las autoridades no realizaron una inspección”.
El ministro de Planificación Territorial, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Douglas Torrens, visitó en dos ocasiones el embalse junto a Arocha. La preocupación de este funcionario es llenarlo para turismo deportivo, mientras que las cuestiones ambientales no son de su incumbencia.
Arocha recomienda eliminar las plantas acuáticas, algo que no se hace desde finales de los años 1970, y eliminar los sedimentos.
Hasta el momento no se ha realizado ninguna obra y según fuentes cercanas al gobernador Rafael Lacava, las visitas a la presa son sólo para marketing político. No existe un plan de trabajo específico.