Miles de venezolanos varados en la frontera norte de México, hogar de la mayor cantidad de migrantes, reaccionan con miedo al anuncio del Gobierno estadounidense de reanudar las expulsiones directas a Venezuela, manteniéndolos alejados del “sueño americano”, en medio de una nueva ola de inmigración sin precedentes.
Desde este viernes, el Gobierno estadounidense advierte que ha llegado a un acuerdo con Venezuela para devolver a su país de origen en vuelos a los migrantes que hayan entrado en territorio estadounidense por métodos distintos a la aplicación CBP One.
Víctor Martínez, un migrante venezolano que llegó recientemente a Juárez, dice que es casi imposible sobrevivir en su país, y si Estados Unidos los envía a casa en un vuelo, lo más probable es que intenten cruzar la frontera nuevamente. Fue muy difícil, las circunstancias fueron muy difíciles. “No entiendo y no entiendo cómo pueden llegar a un acuerdo con Venezuela cuando estamos prácticamente bloqueados económicamente”, dijo a Efe.
Entrevistado en el lado mexicano del Río Bravo, frente a la puerta 42 del muro fronterizo entre Juárez y El Paso, Martínez también lamentó que no podrán manifestarse ni protestar porque vaticinó que serían reprimidos y condenados. será violado.
“No tengo palabras para expresar lo que siento, porque todo el viaje nos golpeó muy fuerte, tuvimos que pasar hambre, sed, humillaciones (…) La mayoría teníamos sueños, metas de inversión, muchos compatriotas sacrificaron sus vidas”, dijo El migrante venezolano.
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El pastor Juan Fierro García, director del albergue para migrantes El Buen Samaritano, dijo que la crisis migratoria es causada por Estados Unidos, que está permitiendo el paso de los migrantes, provocando oleadas de personas que creen que vendrán e ingresarán al país.
“Se espera que países como Estados Unidos lleguen a acuerdos con países que forman parte de toda esta ola y que los migrantes sean repatriados a sus lugares de origen”, dijo el director del albergue Apellido”.
También dijo que mientras no cese la violencia, este flujo migratorio continuará.
El ciudadano ecuatoriano Vicente Peñaherrera, quien viaja desde hace un mes y medio, también dijo que le preocupa que Estados Unidos llegue pronto a un acuerdo con otros países para realizar deportaciones directas por vía aérea, como lo hizo con Venezuela.
“Nos sorprendió porque teníamos que caminar mucho. Llevamos un mes y dos semanas caminando aquí y que nos devuelvan así es lo peor, la verdad, un duro golpe”, afirmó.
Peñaherrera se dio cuenta de que si regresaban a su tierra natal, tendrían que seguir sobreviviendo en ese país, a pesar del sufrimiento que habían soportado en el tránsito desde Ecuador hasta la frontera norte de México con Estados Unidos.
“Nos tomó un mes y dos semanas. Viajamos desde Ecuador por la selva, por ocho países, con hambre, con sed, con sueño, durmiendo en la calle para que luego nos llevaran de regreso a nuestro país, no valió la pena. ” ”, concluyó el migrante entrevistado por Efe en la costa mexicana de Río Grande.