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El 15 de septiembre se cumplen 18 meses desde que entró en vigor el último aumento del salario mínimo de Nicolás Maduro el 15 de marzo de 2022. Desde entonces, el monto ha estado sujeto a la devaluación monetaria, perdiendo el 87% de su valor.
Por Brian Contreras / talcualdigital.com
Al ordenar el aumento, el chavismo prometió que el salario mínimo sería igual a la mitad del petro, moneda digital venezolana cuyo valor está fijado en 60 dólares. Por lo tanto, la compensación salarial se fijará en 30 dólares.
Con una elaborada estrategia discursiva, el gobierno indicó que los salarios serían indexados, pero eso no sucedió, por lo que a medida que la inflación avanzó y el valor del dólar subió, los venezolanos perdieron su poder adquisitivo.
“Se ha aprobado el salario mínimo en la mitad del petro y también vamos a pagar el bono que le damos a los trabajadores. “Ahora tenemos los pulmones para soportarlo”, dijo el presidente en marzo.
Los Bs 130 se mantuvieron estables en el tiempo y el tipo de cambio oficial fijado por el Banco Central de Venezuela (BCV) pasó de Bs 4,33 a Bs 33,99 por moneda. Es decir, El dólar subió un 684,98%, pero los salarios se mantuvieron estables.
El incremento aprobado en ese momento contemplaba una remuneración total de Bs 175, que incluía boletos de canasta de Bs 45 y bonos distribuidos por el gobierno con cierta regularidad a través del sistema Patria. La remuneración mensual de los trabajadores de la administración pública supera los 40 dólares mensuales.
Si bien era un monto insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria, en ese momento representaba cierto alivio para todo empleado, pensionado o jubilado, ya que El nuevo salario mínimo tiene impacto en las escalas salarialesBonificaciones, bonificaciones, vacaciones y demás beneficios establecidos por ley y convenio colectivo.
Más de 18 meses después, las cosas han cambiado. La brecha salarial afecta todos los beneficios de los trabajadores y pone tanto a los jubilados como a los pensionados en una situación desesperada.
Gracias al carácter inflacionario que ha caracterizado a la economía durante los últimos cinco años, El poder adquisitivo se desploma. Incluso la dolarización de facto que está experimentando el país no escapa al aumento de los precios de las materias primas frente a los salarios -tanto públicos como privados- que enfrentan estancamiento.
Según datos de Ecoanalítica compartidos por un directivo de Asdrúbal Oliveros, actualmente se necesitan $400 para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que con $100 se podrían haber comprado en enero de 2019.
Esto significa que los trabajadores asalariados de la administración pública no sólo tienen un salario mínimo inferior a 10 dólares durante este período, sino que además, con ese magro ingreso sujeto a depreciación, deben hacer frente a una vida cada vez más costosa. Para muchos, la asequibilidad ha empeorado en lugar de mejorar en comparación con 2019.
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