Martha Valiñas, presidenta de la Misión de Investigación en Venezuela, aseguró que han identificado al menos a tres altos funcionarios DAET del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) o FAES, y los identificaron como personas “participantes activamente”. en torturas y otras violaciones graves de derechos humanos
La Misión de Investigación sobre Venezuela presentó este miércoles 20 su cuarto informe sobre graves violaciones de derechos humanos en el país y solicitó una investigación más profunda a la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). .), lo consideró una “continuación” de las extintas Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).
DAET, según informó Misión de determinaciónfue creado en julio de 2022 y tiene una funcionalidad similar y utiliza el mismo método de operación que FAES.
“Es preocupante que su cadena de mando incluya también a oficiales de las FAES y otras fuerzas de seguridad identificadas en el informe de 2020 de la Misión como involucradas en graves violaciones de derechos humanos y en algunos casos son crímenes de lesa humanidad”. », enfatizaron.
Martha Valiñas, presidenta de la Misión, aseguró que habían identificado que José Miguel Domínguez Ramírez, jefe de la organización; Carlos Alberto Calderón Chirinos, actual director de DAET; y Ronny González Montenisos, jefe de la actual investigación del DAET; Pertenecían al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) o FAES y fueron identificados como personas que “participaban activamente” en torturas y otras violaciones graves de derechos humanos.
La misión, un mecanismo independiente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, también señaló que los ataques a espacios civiles y democráticos han aumentado a través de políticas estatales destinadas a sofocar a la oposición y criticó al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«En Venezuela siguen ocurriendo graves violaciones de derechos humanos. En los últimos años, estos incidentes se han dirigido cada vez más a determinados miembros de la sociedad civil, incluidos dirigentes sindicales, periodistas y defensores de los derechos humanos”, afirmó el presidente de la Delegación.
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Además, señaló que “siguen existiendo mecanismos represivos, lo que hace que el seguimiento internacional de los derechos humanos en Venezuela sea más importante que nunca”.
La Misión de Determinación encontró que había motivos razonables para creer que al menos cinco casos de privación arbitraria de la vida, 14 casos de desapariciones forzadas de corta duración y 58 casos de detención arbitraria se llevaron a cabo durante el período comprendido entre enero de 2020 y agosto de 2023. La Misión también registró 28 casos de tortura o crueldad, trato inhumano o degradante a detenidos, incluidos 19 casos de violencia sexual y de género contra hombres y mujeres durante el mismo período.
Reiteró que la crisis política y de derechos humanos en el país cambió a finales de 2020, marcada por la interrupción de protestas masivas de la oposición. En períodos anteriores, explicó la Misión, “se utilizaron tácticas de represión ‘duras’ para silenciar las voces de la oposición a través de la criminalidad”.
Sin embargo, subrayó la Delegación, “las estructuras represivas del Estado no han sido desmanteladas, y el Gobierno ha intensificado recientemente sus esfuerzos para reducir el espacio civil y democrático, limitando las libertades individuales y colectivas, al tiempo que endurece los controles y restricciones sobre el trabajo de derechos humanos”. defensores, organizaciones y asociaciones de la sociedad civil, medios de comunicación y partidos políticos.
Las tácticas utilizadas por la administración de Maduro van desde amenazas, vigilancia y acoso constante, hasta difamación y censura “para silenciar, desalentar y reprimir cualquier oposición real o percibida”.
“Juntos, los dos tipos de mecanismos -‘duros’ y ‘blandos’- constituyen un aparato estatal opresivo, utilizado con distintos grados de intensidad, dependiendo de su naturaleza”, dijo el abogado Francisco Cox.
“Esto demuestra la capacidad del Estado para adaptarse a las críticas silenciosas”, afirmó.
La Delegación decidida a dar ejemplo de intervención judicial del Partido Comunista de Venezuela, la inhabilitación política de candidatos opositores, entre ellos la Venezuela Informa María Corina Machado, y la condena condenaron a seis sindicalistas a 16 años de prisión por cargos de terrorismo. También se mencionó el cierre de más de 300 estaciones de radio el año pasado a instancias de Conatel, así como la falta de medios impresos independientes.
Para la Delegación, este contexto es “especialmente alarmante” ahora que Venezuela se acerca a las elecciones presidenciales de 2024. “Al criminalizar la participación en actividades legales, el Estado silencia y crea un efecto paralizador sobre cualquiera que considere participar en cualquier actividad”. Es una crítica al Gobierno”, afirmó Patricia Tappatá Valdez, experta de la Delegación Argentina.
El experto reiteró que “la falta de independencia y actuación deliberada de los órganos judiciales y constitucionales, incluyendo la Contraloría y el Consejo Nacional Electoral, han limitado la capacidad de los Venezuela Informaes sociales y políticos. Estas dinámicas sofocan y suprimen el debate político.
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