Trabajo: Venezuela Informa
Valentín Pérez (nombre cambiado para proteger su identidad) tiene 16 años, es estudiante del liceo José Félix Ribas de Caracas, en el municipio de Sucre, en Sebucán y desde hace más de tres años no conoce a ningún ¿Cuál es la semana de clases que se completan? La infraestructura de la escuela está claramente degradada y el personal docente es inadecuado. Había materias que apenas había visto desde que comenzó la secundaria.
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«Actualmente estoy en 5to año de secundaria, las materias que veo específicamente son 8, las materias que debería ver en total serán 13 porque aún faltan materias como física, biología, química, experimentos y algunas materias más. como computadora porque no hay maestros”, dijo Valentín.
Residencia en Encuesta nacional de condiciones de vida (Encovi), un millón y medio de niños, niñas y adolescentes están sin escolarizar en todos los niveles por falta de motivación, falta de recursos y falta de acceso a servicios básicos. Pero también porque la escuela no es apta para recepción y ni siquiera tiene pizarras, pupitres ni baños que funcionen.
organización civil “Junto con la escuela” encargado de investigar la infraestructura de las instituciones educativas públicas en los estados Zulia, Apure, Miranda, Lara, Anzoátegui, Bolívar y Caracas.
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Basado en la investigación, 36% de las aulas En estos siete estados no pueden participar en la inscripción; El 50,6% de los colegios tiene pupitres y sillas viejos o inservibles; el 28% de los pizarrones están inutilizables, el 53% de los baños están inoperables; El 36% de los grifos resultaron dañados y el 48,1% de los pozos sufrieron daños.
Dijo: “Para mí, ir a la escuela en las condiciones en las que fui y sigo yendo fue muy desagradable, ver el techo con agujeros, goteras por todas partes y realmente sentí que cualquier pared puede derrumbarse en cualquier momento. sobre su experiencia en la escuela secundaria.
El Liceo José Félix Ribas está ubicado en Sebucán, municipio Sucre, parroquia Leoncio Martínez, estado Miranda, tiene una capacidad para unos 200 alumnos, 30 alumnos por clase y cuenta con una cancha deportiva. Algunas aulas no cuentan con focos, los problemas de agua se repiten, afectando las actividades diarias.
“Algunos de mis compañeros se jubilaron a mitad de año para trasladar el colegio a un lugar con profesores de pleno derecho”, dijo Valentín, quien recuerda que en los últimos años solo iban al colegio dos veces por semana.
Omisiones notables
Óscar Iván Rose, coordinador de ONG, “Con la escuela”Destacó que los entornos de las aulas y los baños son una prioridad máxima en las escuelas y que, aun así, todavía existen deficiencias notables.
«Es lógico que haya una ausencia, porque en Venezuela “El fracaso de las condiciones estructurales y de los servicios públicos trae consecuencias diferentes que, en última instancia, conducen a lo mismo: la pérdida de clases”, señala Rose.
Las tasas de asistencia a las instituciones educativas no han mejorado ni siquiera después de la pandemia. “El período que pasó de enero de este año a julio, cinco días a la semana, dos días de trabajo escolar, es una realidad que debe revertirse en nuestro país”, añadió Rose.
Los datos recopilados “Con Escuelas” indican que la tasa promedio de inasistencia está entre el 20 y el 50 por ciento dependiendo del tipo de instalación, la ubicación de la instalación y dependiendo de las condiciones inusuales asociadas con la escuela. como agua y electricidad.
Un significado en cuestión
Carlos Cedeño, integrante de la Red de Madres, Padres y Defensores, señaló que la “mala noticia” en esta creciente crisis educativa es que los propios estudiantes no ven el propósito de asistir a clases.
«El 35 por ciento de los estudiantes de 12 a 17 años abandonan la escuela porque no entienden el propósito. No ven que ninguna de estas cosas produzca beneficios o cree una mayor calidad de vida o incluso ingresos. El 22% entre 18 y 24 años también abandonó la escuela por motivos similares”, dijo Cedeño.
En ese sentido, Cedeño enfatizó que no se está haciendo nada para revertir la situación. «No está mejorando, está empeorando, no hay señales de que la gente pueda apoyar diciendo que estamos en un camino de mejora, de mejora. “Eso no ocurrió porque no había nada que indicara que la deserción había cesado”, añadió.
No hay laboratorios ni aulas especiales.
Durante más de tres años, Valentín no asistió a clases de laboratorio, ya sea de física, química o biología, por deterioro de las instalaciones y falta de materiales.
“Los profesores de física, química y biología que teníamos nos dijeron que podían enseñar contenidos teóricos, pero no eran capaces de brindar material práctico en el laboratorio”, dijo Pérez, porque no están capacitados para hacerlo.
José Mejía, profesor de física y matemáticas del Liceo Gustavo Herrera, de Chacao, comentó que ha pasado de enseñar matemáticas cuatro horas semanales a ocho horas semanales, más otras cuatro horas desde que asignó física.
Debido a la falta de docentes, las instituciones educativas públicas asignan docentes para que se encarguen de materias afines como física, matemáticas o materias sociales, geografía e historia. A veces es peor. “Algunos profesores que enseñan otras materias como ciencias sociales e historia han tenido que enseñar biología y no son expertos”, dijo Mejía.
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