Los techos, vidrieras y paredes se vieron gravemente afectados por la lluvia y no recibieron mantenimiento debido a los altos costos.
San Cristóbal. La compleja crisis humanitaria que atraviesa Venezuela ha afectado a muy diferentes zonas del país, las iglesias católicas en el estado Bárbara no han escapado a esta crisis por la falta de recursos económicos. obliga a las organizaciones motivadas por esta fe a reinventarse.
En un estado donde se manejan tres monedas -el dólar, el peso colombiano y el bolívar- cualquier donación es de ayuda, ya sea de un laico o de una empresa privada que brinda cooperación para solucionar los problemas de los templos.
Pero a veces la cantidad que donan no es suficiente para compensar pérdidas importantes. Tal es el caso de la parroquia El Buen Pastor, en la zona de Puente Real del municipio de San Cristóbal, cuyo techo gotera y se inunda cada vez que llueve.
El párroco del sitio, padre Miguel Villamizar, dijo que cuando llegó hace dos años había filtraciones; sin embargo, la falta de mantenimiento pasó factura.
Él explica que necesitas comprar algunos. lámina de acerolita o zinc Para reemplazar cuchillas y ranuras para un uso más prolongado. Cada plancha cuesta más de 80.000 pesos colombianos o 20 dólares. Necesita más de media docena.
Ese techo fue reparado hace dos años y medio, sin embargo, por la mala calidad de los materiales, la reparación no duró mucho”, dijo Villamizar.
Se aseguró de que la diócesis estuviera consciente de lo que estaban pasando e hizo un esfuerzo para buscar ayuda.
Mientras tanto, el cura y los colaboradores de la iglesia realizan diversas actividades para recaudar dinero, como venta de pasteles, hallacas, mondongo, helados, etc.
Si pedimos el apoyo de todos, mucha gente colaborará”, afirmó Villamizar.
Una situación similar ocurrió en la iglesia de Nuestra Señora de Coromoto, en el barrio Obrero, capital del estado de Cádira, donde Las filtraciones se han convertido en un dolor de cabeza para los sacerdotes.
El padre Victoriano Rodríguez comentó que la acerolita estaba en tan mal estado que fue necesario levantar el techo para impermeabilizar toda la losa. En lugares donde no hay paneles hay que reparar el techo, lo que supone un coste adicional.
Otra influencia en la parroquia fue la restauración de vidrieras que habían sido despojadas de su sitio. Las puertas y los bancos también deben ser reparados por personal cualificado.
Con el aporte de los feligreses se hicieron diversos arreglos, entre ellos la colocación de puertas y paneles de graniplast en el exterior de la iglesia y rectoría”, dijo Rodríguez.
Actualmente, los sacerdotes de este templo constantemente realizan ventas parroquiales, pues estos días logran conseguir recursos para cubrir algunos de los gastos.
“Instamos a la comunidad a cuidar y preservar lo que tenemos, y a seguir trabajando juntos para continuar con nuestro trabajo de reparación de la iglesia”, dijo.
No se salen con la suya
El sacerdote agregó que en 2017, un grupo de delincuentes ingresó al templo a robar. Aunque los materiales se pueden recuperar, insistió en que comprar nuevos artículos se convirtió en una tarea difícil debido al alto costo.
En 2020 también hubo una ola de robos en la iglesia. Los organismos de seguridad han detenido al menos a tres personas con antecedentes penales.
El caso más reciente en San Cristóbal ocurrió en iglesia el carmenUbicado en La Concordia, el pasado 15 de agosto, ladrones irrumpieron en la madrugada y sustrajeron algunos objetos de este lugar.
Mientras tanto, los templos degradados y sus sacerdotes reúnen recursos para su recuperación mediante la autogestión, en medio de la crisis económica que los azota, pero no les impide seguir abriendo sus puertas para que la gente venga a expresar su fe.