con Venezuela Informa
Unos cuantos turistas examinan atentamente una bandeja con anillos con perlas cultivadas típicas de la Isla de Margarita, en la región insular venezolana. A la joven se le ofrece uno de su talla que podrá ser entregado unas horas más tarde, antes de su vuelo directo entre la entidad venezolana y Moscú. Él no está tan convencido y sale de la tienda sin especificar nada. No fue la única que salió con las manos vacías, otra mujer, también rusa, entró y salió sin comprar.
Por: Línea Bloomberg
“Los rusos no gastan aquí. Nacional es nacional”, dijo un vendedor de ropa en Playa Moreno, a unos ocho minutos del centro comercial Costa Azul, donde ocurrió la escena anterior. José, que no quiso revelar su verdadera identidad, dijo que quería regresar a su natal Barquisimeto, en el occidente de Venezuela, de donde vino desde Margarita, con la esperanza de la reactivación de uno de los destinos turísticos más atractivos del país.
Andrey, un influencer en Rusia con más de 200.000 seguidores en Instagram, se ha dedicado a enseñar las bondades del archipiélago venezolano y algunas otras curiosidades de la nación caribeña.
Está tratando de “desempacar”, como ella llama un buen día de rebajas, un par de aretes de perlas por $5 en un viernes no tan soleado de agosto. Las visitas al paraíso turístico, recientemente declarado como una de las cinco primeras Zonas Económicas Especiales, han mejorado desde la pandemia. Sin embargo, el gasto que destinan a sus giras no existía hace unas décadas.
La perla del Caribe, como es conocida una de las islas que conforman el único estado interior de Venezuela, Nueva Esparta, era un destino favorito de franceses, italianos, holandeses, estadounidenses y por supuesto de los locales. La crisis económica del país, las continuas fallas en los servicios y los riesgos de seguridad para los turistas internacionales, han cambiado el panorama.
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