El Partido Comunista de Venezuela (PCV), opositor de Nicolás Maduro, condenó un “ataque” a la organización de Maduro el sábado (11 de agosto). medida judicial por la que se establece una nueva directivauna decisión que “revela el carácter autoritario y antidemocrático” del gobierno.
“El gobierno de Nicolás Maduro ha culminado el ataque al Partido Comunista de Venezuela mediante una decisión judicial arbitraria que aprobó la imposición de una dirigencia de mercenarios al servicio de la dirigencia encabezada por el PSUV”, dijo el oficialismo. organización en un comunicado de prensa.
La decisión del Tribunal Supremo de Apelaciones (TSJ) es similar a otras decisiones de este tribunal en 2020 donde falló a favor de la intervención de muchos de los principales partidos de oposición.
El máximo tribunal nombró al PCV una “junta ad hoc” para organizar “procesos democráticos internos que garanticen los derechos de los socios a la participación política”.
Según la resolución, la nueva directiva del PCV será presidida por el dirigente Henry Parra, quien en julio pasado apeló a la dirección comunista alegando que había excluido a los cimientos de la organización.
PCV cree que la Justicia ha cometido un “error de derecho inexcusable” y asegura que quienes apoyan el recurso no forman parte de su organización.
“Esta irregularidad, que vulnera los derechos políticos del PCV y de los trabajadores venezolanos, no solo sienta un grave precedente en la historia política y jurídica del país, sino que revela el carácter autoritario, antidemocrático y reaccionario del gobierno”, dijo.
El PCV fue aliado del difunto presidente Hugo Chávez (1999-2013), pero abandonó a Maduro cuando el actual presidente comenzó a aflojar los controles para tratar de reactivar la maltrecha economía venezolana.
La organización política también cuestiona el desplome de los salarios por la inflación y la depreciación de la moneda local cuando el salario mínimo cae por debajo de $5, complementado con varios bonos gubernamentales.
En julio de 2020, el TSJ suspendió la dirección de Voluntad Popular, el partido de los exiliados disidentes Leopoldo López y Juan Guaidó.
Y en junio del mismo año, el máximo tribunal tomó medidas similares contra otros dos importantes partidos de oposición: Acción Democrática y Primero Justicia.
Guaidó calificó en su momento al TSJ como el “brazo judicial” del gobierno de Maduro.