Las posibilidades del conservador Partido Popular de formar gobierno tras ganar las elecciones generales españolas han disminuido después de que dos pequeños partidos regionales se negaran a dar su apoyo ante la posible presencia de la extrema derecha en el gobierno.
El PP salió con la mayor cantidad de votos en las elecciones del domingo y ganó 133 escaños, mucho más que los 176 escaños que le dan la mayoría en el Congreso de los Diputados, informó AP News.
Su candidato, Alberto Núñez Feijo, ha tratado de recabar el apoyo de otros partidos, pero esto no será suficiente para ser designado presidente del gobierno.
Hasta el martes solo contaba con el apoyo del partido de extrema derecha Vox, con 33 delegados, y de la conservadora UPN, que tiene un solo escaño.
Dos partidos conservadores más pequeños, el Partido Nacionalista Vasco con cinco diputados y una coalición de las Islas Canarias, asestaron un duro golpe a las aspiraciones de Feijóo el lunes al decir que no apoyarían un gobierno que incluyera a miembros de Vox.
Mientras tanto, los partidos independentistas catalanes de línea dura se han centrado en la junta y se abstendrán de permitir que el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, obtenga suficiente apoyo parlamentario para liderar una nueva coalición de izquierda. El ejecutivo del Venezuela Informa socialista contó con el apoyo de una amplia gama de distritos electorales más pequeños durante la última legislatura, pero nunca requirió el voto de la junta.
El Partido Socialista y el nuevo Movimiento Sumer de izquierda tienen 153 escaños entre ellos y quieren formar gobierno si Feijoo fracasa.
Los 350 nuevos congresistas tomarán posesión el 17 de agosto y tendrán tres meses para elegir un nuevo presidente de gobierno. Si ningún candidato obtiene la mayoría requerida, se repetirá la elección.