La cantante y actriz Lindsay Lohan, de 37 años, se convirtió en madre primeriza con el nacimiento de su primer hijo, Louis.
El representante de Lohan dijo a los medios nacionales el lunes que la actriz y su esposo, el banquero Bader Shammas, habían dado a luz a un niño “hermoso y saludable” y que la familia estaba “llena de alegría” por la llegada del pequeño.
La heroína de “The Parent Trap” (1998) dio a luz en Dubái, y aunque la fecha de nacimiento del niño, cuyo nombre en árabe significa “escudo protector”, fuentes cercanas a la actriz aseguraron a la revista de farándula TMZ que fue la misma. Lunes.
Lohan reveló que estaba embarazada en marzo pasado cuando publicó una foto de un traje de bebé en las redes sociales con el título: “Próximamente”.
“Nos sentimos bendecidas y emocionadas”, escribió Lohan como pie de foto y luego compartió varias publicaciones sociales y apariciones en revistas con su abultada barriga.
La vida personal de Lohan siempre ha estado en el punto de mira, primero por el éxito de sus proyectos como niña artista y luego por problemas legales, arrestos y controversias en torno a la adicción.
Antes de casarse con Shammas, la actriz de “Mean Girls” estaba en una relación con el actor Wilmer Valderrama, el empresario de restaurantes Harry Morton y el empresario ruso Yegor Tarabasov.
En 2021, Lohan anunció su compromiso con el banquero después de tres años de noviazgo, y en julio de 2022, el representante de la actriz confirmó que los dos estaban casados después de que ella lo llamara “esposo” en una publicación de Instagram.
Lohan nació en Nueva York en julio de 1986 y comenzó su carrera en el entretenimiento como modelo infantil a la edad de tres años, apareciendo en más de 60 comerciales.
Su primer trabajo actoral fue en la telenovela “Another World” a la edad de 10 años, pero encontró el éxito con “The Parent Trap” de Disney (1998).
Lohan se convirtió en un ídolo adolescente gracias a películas como “Freaky Friday” (2003) y “Confessions of a Teenage Drama Queen” (2004), pero fue “Mean Girls” (2004), con Rachel McAdams y Amanda Seyfried, la que la hizo gran avance La carrera es sagrada