El exministro de Petróleo y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez, ha criticado el silencio del régimen de Nicolás Maduro sobre el caso de corrupción que involucra al exministro Tareck el Aissami y a la estatal petrolera venezolana, que fue aprobado por el gobierno de Venezuela y que salió a la luz hace más de 100 hace días.
En un artículo publicado en su sitio web, Ramírez afirmó que el gobierno quiere que el pueblo venezolano, sumido en el sufrimiento y la desesperación, se olvide de uno de los mayores escándalos en la historia del país, que afectó directamente al pueblo venezolano en su calidad de vida.
También señaló que el silencio del Estado demuestra la complicidad de altos funcionarios del gobierno para extraer miles de millones de dólares de la industria petrolera y gasífera nacional.
Relató que hace unos días el diputado oficialista Jesús Faría se molestó cuando le preguntaron por el paradero de El Aissami, quien renunció tras conocer el caso de corrupción. Faría trató de desviar la atención acusando a Ramírez de estar protegido por Estados Unidos.
«Nadie asume su responsabilidad; ni el fiscal privilegiado, supuestamente con la cámara y el escándalo, que no dijo una palabra al respecto; así como la dirección del PSUV y sus programas de hostilidades; ni el Congreso y sus discursos vacíos; mucho menos que Nicolás Maduro y sus repugnantes exabruptos”, dijo.
Además, argumentó que el atraco a PDVSA tuvo graves consecuencias internas, reflejadas en la profunda crisis económica, social y política que vive Venezuela desde hace muchos años.
“Lo más raro es que mientras esto pasa con el visto bueno del gobierno, Maduro mantiene un discurso de doble cara de indignación por los permisos norteamericanos, cuando lo que es realmente un asco es que su gobierno los acepte y los ponga por encima de nuestra Constitución y la ley”, agregó. .
Ante esta situación, Ramírez insistió en la necesidad de generar un cambio político. “No basta con que Maduro se vaya de Venezuela, hay que cambiar todo el gobierno y el sistema de intereses y relaciones ilegítimas ha atacado al poder y a las instituciones, poniendo al país al borde del abismo”, concluyó en profundidad.