Informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023 preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentado hoy en Roma.
El documento destaca que la urbanización es una tendencia que está cambiando los sistemas agroalimentarios y los patrones de consumo, con implicaciones para la seguridad alimentaria y nutricional de la población. Según estimaciones, alrededor del 70% de la población mundial vivirá en ciudades para 2050, lo que hace que garantizar el acceso a alimentos saludables, asequibles y sostenibles sea un desafío.
El informe propone una nueva forma de analizar la relación entre áreas rurales y urbanas, basada no solo en la distancia geográfica, sino también en el grado y tipo de conectividad entre ambas. Así, se identifican cuatro categorías: zonas rurales remotas, zonas rurales cercanas, zonas periurbanas y zonas urbanas.
La encuesta revela que la compra de alimentos es una práctica generalizada en todos los segmentos, incluso entre los hogares rurales que producen sus propios alimentos. Además, las áreas periurbanas y casi rurales han observado un aumento en el consumo de alimentos altamente procesados, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud.
El informe también muestra que la inseguridad alimentaria y la desnutrición siguen siendo más altas en las zonas rurales que en las urbanas, aunque estas últimas no están exentas de problemas. Por ejemplo, el sobrepeso es más común en áreas urbanas que en áreas rurales, lo que indica una doble carga de desnutrición.
Ante este escenario, el informe recomienda adoptar políticas, medidas e inversiones que tengan en cuenta la diversidad y dinámica del continuo rural-urbano y que promuevan sistemas agroalimentarios inclusivos, resilientes y sostenibles.