Ahora se ha creado una nueva realidad, debido a la crisis humanitaria que ha vivido Venezuela en los últimos años, que ha disparado niveles de inmigración sin precedentes, Alejandro Oropeza, director del Observatorio de la Diáspora Venezolana. La diáspora es abandonada por el estado pero descuidada por la oposición.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, salieron de Venezuela 8 millones 200 mil personas, lo que constituye el 27,42% de la población del país.
Los datos fueron presentados en las sedes de la UCAB durante la presentación de la segunda ronda de Prospectos 2023. Sólo 107.892 (1,87%) de los 5.740.000 votantes mayores de 18 años, que representan el 70% de la Diáspora, están inscritos en el Registro Electoral Permanente; lamenta que el proceso de registro para elegir y ser elegidos ciudadanos en el exterior no haya sido legislado, reglamentado o hecho exigible.
Ha surgido así una nueva realidad que crea un “espacio público fragmentado” al impedir o limitar el ejercicio de los derechos.
atención/reconocimiento de los agentes sociales emergentes que complementan lo nacional.
Oropeza alertó sobre la falta de estrategia de la oposición y la imposibilidad de votar, teniendo en cuenta el desconocimiento del Gobierno sobre la realidad de esta migración y la emergente Agenda Social de los venezolanos en el exterior. población “podría dar ventaja al oficialismo en las próximas elecciones presidenciales, aunque se supone que la mayoría de los inmigrantes también quiere un cambio de gobierno”.
Según sus predicciones, si Maduro es reelegido como presidente en 2024, la intención migratoria actual de 8,8% se duplicará, profundizando su influencia en la región y el mundo.
5 millones quedarían sin votar
Según Oropeza, el 30 por ciento de los venezolanos en el exterior son menores de 18 años, es decir, 2 millones 460 mil; es decir, 5 millones 470 mil de nuestros ciudadanos pueden quedarse sin pagar.
“Hacer viable el voto en el extranjero es clave, por un lado, para apoyar la transición, pero también para frenar de alguna manera el impacto que puede tener una ola de inmigración. El estado venezolano más grande está en el exterior. Esto tiene un fuerte impacto en la esfera pública. En términos de comunicación, implica la necesidad de un discurso político renovado”.