En el Centro Médico Bosque Blanco de Caracas, 25 personas de la comunidad Lgbti y sus aliados recibieron atención odontológica, despistaje de diabetes e hipertensión, neurocirugía, reumatología, psicología, medicina interna y fisioterapia; los tres últimos son los más solicitados
Activistas organizaron este viernes 7 de julio una jornada gratuita de salud en el Centro Médico Bosque Blanco, en Caracas, para brindar atención primaria y secundaria a miembros de la comunidad lgbti y aliados heterosexuales; esto es parte de un incidente público que deben tomar los participantes del diplomado Prisma, un curso de capacitación diseñado por la ONG pais plural y avalado por el Metropolitano, el Católico Andrés Bello y las universidades centrales de Venezuela.
25 personas fueron beneficiadas con atención odontológica, despistaje de diabetes e hipertensión, neurocirugía, reumatología, psicología, medicina interna y fisioterapia; los tres últimos son los más solicitados.
Daniel Torres, neurocirujano, dijo que el proyecto aborda dos problemas: la compleja crisis sanitaria que atraviesa Venezuela y el desconocimiento que muchas veces aqueja al personal médico; porque gran parte de los miembros de la comunidad Lgbti evitan acudir a los centros médicos por temor a ser discriminados por su orientación sexual o identidad de género.
«Clínica Queer es un proyecto que tiene como objetivo brindar un espacio médico inclusivo para todos los miembros de la comunidad Lgbti, porque queremos que todos se sientan a salvo del estigma social. Las personas más afectadas por esta condición son las personas transgénero y no binarias, ya que muchas veces tienen que cambiar su vestimenta y comportamiento solo para evitar ser juzgados en el momento de la atención médica”, dice la experta.
Por su parte, Deiker Rondón, participante del tercer grupo de egresados de Prisma, asegura que la iniciativa es muy necesaria en el país porque en dos ocasiones ha sido catalogado como mausoleo y fue a urgencias obligándolo a hacerse la prueba del VIH. primero para continuar con su cuidado, a pesar de que la patología presentada en ambos casos no respondía a dicha enfermedad.
«La atención es rápida y de calidad, por lo que el proyecto puede ser una gran idea para el desarrollo a largo plazo. Necesitamos más espacio para ser escuchados, por eso mi atención hoy está enfocada en la psicóloga”, dijo Rondón.
La internista Luz Hernández dice que la experiencia es “atípica, pero muy enriquecedora” porque sigue un proceso diferente al que se usa cuando se atiende a pacientes heterosexuales; sin embargo, espera seguir participando de manera continua en los siguientes días que se celebre.
“Existe la necesidad de preguntar a los pacientes cuáles son sus pronombres y así crear un espacio de confianza en el consultorio donde se les trate por cómo se identifican además de los nombres que pueden aparecer en sus documentos de identidad”, recomienda la internista.
Activistas de la comunidad lgbti esperan poder realizar otras jornadas y el proyecto se sostenga en el futuro, además de sumar alianzas y colaboradores para mejorar el sistema de salud público y privado de los participantes. cara de la comunidad hoy.
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