Un niño de 3 años y medio fue llevado a la comisaría por sus propios padres porque tenía problemas para aprender a ir al baño por su cuenta.
Los investigadores descubrieron que los padres del niño, ambos policías, lo habían encerrado dos veces. Además, en uno de ellos incluso lo esposaron. Todo salió a la luz gracias a las imágenes de la cámara corporal del ayudante del alguacil del condado de Volusia en Florida que capturó la confesión.
“Ella estaba llorando. Obtuve la respuesta esperada de ella”, dijo el teniente Michael Schoenbrod al trabajador social del Departamento de Niños y Familias.
El Portal Noticias-Diario indicó que el policía le aseguró que lo había dejado en libertad luego de que el niño prometiera no volver a orinarse en los pantalones.
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Tal castigo no era nada nuevo para este funcionario. Según él mismo admitió, “disciplinaba” a su hijo mayor de esta manera a la edad de cuatro años, hace unos 9 años. En esa oportunidad, dijo que lo encerraron por golpear a una niña en el preescolar.
“Lo llevé a la cárcel y estaba sentado allí. Y lo vi… y estaba llorando y todo, y hasta el día de hoy, si mencionas ese incidente, él dice: ‘Nunca lo volveré a hacer'”. ‘”, dijo la policía sobre sus acciones. Dijo en apoyo.
No se sabe si Schoenbrod o la sargento Jessica Long, quien llevó a su hijo a la cárcel, enfrentarán medidas disciplinarias de la ciudad.
El director de seguridad pública, Michael Fowler, dijo que cada uno de ellos está bajo investigación por violar las normas profesionales, pero no hay información disponible sobre el resultado de la investigación.
En tanto, el organismo de seguridad manejó el caso con total discreción y no reveló más detalles sobre la prohibición a los uniformados.