Francia vive una ola de protestas y disturbios después de que un joven de 17 años, identificado como Nahel, fuera asesinado a tiros por un policía durante un control de tráfico en el suburbio parisino de Nanterre.
El hecho ocurrió el martes 27 de junio y fue captado por un video que circula en redes sociales, donde se ve al policía disparando al conductor mientras este intenta escapar. El joven murió tras ser golpeado por un poste.
La muerte de Nahel causó gran conmoción en el país y fue lamentada o condenada por autoridades, políticos y celebridades, desde el presidente Emmanuel Macron hasta el futbolista Kylian Mbappé.
Macron dijo que “nada justifica la muerte de un joven” y pidió al tribunal que examine este hecho “inexcusable”. La primera ministra, Elizabeth Bourne, dijo que “la pena de muerte ya no existe en Francia” y que “las imágenes muestran que no se respetó el marco de intervención legal de la policía”.
El agente responsable del tiroteo, de 38 años, se encuentra detenido temporalmente como parte de una investigación por homicidio voluntario de un funcionario público, según la fiscalía.
La indignación por el caso desencadenó dos noches consecutivas de protestas y enfrentamientos entre policías en varios pueblos y ciudades francesas, como Nanterre, Lyon, Toulouse o Lille.
Los manifestantes lanzaron petardos frente a una estación de policía, quemaron autos y botes de basura, y prendieron fuego a las vías del tren. En la segunda noche, la policía lanzó gases lacrimógenos y arrestó a 77 personas.
La familia y los amigos de Nahel pidieron justicia y paz y organizaron una marcha blanca en su memoria. También se recaudaron fondos para su funeral.