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Quizás lo primero que te viene a la mente cuando escuchas el nombre de Paquita La del Barrio es una de sus canciones más icónicas: “Rata de dos Patas”, que rápidamente se convirtió en un himno para todos los desconsolados. Francisca Viveros Barradas, conocida como Paquita la del Barrio, nació en Veracruz y su historia de vida la llevó a ser apodada “La Guerrilla del Bolero”, ya que en sus canciones se expresaba en contra de la cultura machista.
Por: Quinto Poder
Pakita es una mujer que ha pasado por momentos difíciles, como cuando descubrió que su primera pareja, 30 años mayor que ella, tenía otra esposa. Mientras trabajaban juntos en el municipio de Veracruz (él como tesorero y ella como secretaria del registro civil) antes de separarse de este hombre, tuvieron dos hijos.
Luego de esta amarga experiencia, la cantante decidió mudarse a la Ciudad de México y darle una nueva oportunidad al amor. Esta vez fue con Alfonso Martínez, con quien estuvo casada hasta su muerte. Sin embargo, hace unos años descubrió que su esposo tenía otra familia, incluida una hija de 12 años. En represalia, se hizo cargo del restaurante donde había estado cantando, donde la había conocido.
Pero, ¿inspiró su icónica frase “me escuchas inútil”? La respuesta la reveló en una entrevista con el compositor Manuel Eduardo Toscano, quien le escribió la canción “Rata de dos Patas”. Curiosamente, la inspiración de la canción no fue su ex pareja, sino el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). El compositor de la canción, Manuel Eduardo Toscano, aseguró que no tenía en mente a la expareja de Paquita al momento de escribirla.
Sin embargo, la canción encaja perfectamente con la experiencia personal de Paquita La del Barrio y ella la interpreta con mucho sentimiento. El compositor y escritor explica con su propia voz, en el programa ‘El Arte de la Canción’ junto a Avelina Lespar, la historia que dio origen a este célebre tema. Cierta curiosidad es que, tras escucharla por primera vez, Paquita La del Barrio la rechazó, porque al cantante le pareció demasiado pesada, pero había algo que le fascinaba. La próxima vez que se encontraron, el mismo cantante le pidió a Toscano que no le diera la canción a nadie más; “Sí, te lo voy a grabar”, le dijo, y el resto es historia.
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