Uno de los fotógrafos más importantes de nuestro país es, sin duda, Antonio Brisno, no solo por la gran calidad de sus fotografías sino también porque es un activista medioambiental, miembro fundador de Provita y se dedica a la labor medioambiental. Cuestiones y protección de los derechos de las minorías étnicas.
Su carrera fue muy interesante. Se graduó como biólogo en la UCV y luego obtuvo una maestría en arte digital en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, España. En su obra vemos ambas disciplinas, que maneja como un virtuoso.
Su profunda sensibilidad por la naturaleza se hace cada día más evidente, especialmente en su exposición actual la naturaleza curaDonde la selva vuelve a ser el tema principal, rindiendo homenaje a la Madre Tierra.
La idea de la exposición surgió de unos tarots que realizó durante su cuarentena, época en la que estaba recluido en su casa de Caracas (entonces vivía en Barcelona, España), por lo que se dedicó a fotografiar cada especie. Las flores de los árboles en su jardín mágico.
De allí también surgió la idea de fotografiar la selva como protagonista en este caso, ya que siempre la utilizó como telón de fondo en sus fotografías y retratos de las diversas etnias indígenas que documentó.
La primera parte de la exposición se llama bifurcado, donde fotografió el bosque de Samambaya, gracias a Gonzalo Denis quien generosamente le permitió acceder allí. Son dípticos que reflejan polaridades como simple/complejo, alto/bajo, etc. entre otras. Creó 20 dípticos y de ahí surgió la necesidad de seguir fotografiando las impresionantes selvas ubicadas en Caracas.
Este mundo onírico se refleja en sus cuadros y diferentes estados. la nieblaLa cual es una poética serie de imágenes iluminadas realizadas en Topotepui, donde la abigarrada vegetación de palmeras y helechos arborescentes se desdibuja bajo el manto de neblina que envuelve la cumbre de El Volcán.
la noche Fue creado en Grangerius, la serie más misteriosa. Se trata de imágenes superpuestas de bosques y misteriosos cielos nocturnos, un derroche de belleza que sorprende y fascina, creando interrogantes y sensaciones cargadas de misterio. Finalmente estamos allí selva, fotografiado en El Topito. Esta es una serie que rinde homenaje al pintor del siglo XIX Ferdinand Bellermann, compuesta por imágenes superpuestas que desdibujan la verde vegetación del bosque nuboso, una serie poética en todos los sentidos.
Fue una tarea muy compleja que duró ocho meses inmersos en la maravillosa selva.
Hablando de los Guardianes de la Selva, los entes protectores que la habitan, a Antonio le conmovió mucho la noticia de la presencia de niños perdidos durante 40 días en la Amazonía colombiana, apoyando así su teoría de que estos espíritus protectores están presentes allí.
“Cuando estoy en el bosque, me encuentro en una especie de matriz”, insiste Brisnow.
Para esta exposición El bosque curativono habia curador ComoPues él mismo selecciona las imágenes y mantiene el control sobre la edición. Además, le pidió a María Teresa Bolton que escribiera el texto adjunto.
“La fuente principal de la naturaleza es la espiritualidad y siento que estoy trabajando como un chamán a través de cada una de mis pinturas”.
El bosque curativo Es una magnífica exposición que no podéis dejar de admirar, a la vez una exposición delicada y poderosa, que nos permite y nos da la posibilidad de soñar a través de la contemplación de imágenes evocadoras y poéticas. Es en el Salón del Desafío, Parque Cultural Casa Hacienda La Trinidad, de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas hasta el próximo 25 de junio.
@Tittinapenzini