Señaló que, si bien la industria tiene capacidad instalada para procesar 11 millones de litros de leche por día, actualmente procesa solo 500 mil litros, pues esa es la cantidad que movilizan los fabricantes, lo que complica el panorama, pues el porcentaje de máquinas ociosas es pagado, como la nómina de un trabajador.
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“Imagínese una fábrica que tiene una capacidad para recibir 400.000 litros de leche por día, hoy está recibiendo 50.000 litros, el excedente de esa fábrica no se utiliza, se tiene que pagar, es un gasto fijo”, puso en tensión. .
Señaló que las lluvias son otro factor que dificulta el funcionamiento de la industria láctea debido al deterioro de los caminos agrícolas del país. «El año pasado hubo derrumbes muy graves en Cádira y Mérida y se perdió una cantidad importante de leche. Esperemos que este año no pase, pero las lluvias parecen ser cada vez más fuertes”, dijo.
Cavilac, que incluye a 21 empresas de la industria láctea, expresó su preocupación por la cantidad de productos que se importan al país sin permisos sanitarios y el posible impacto en los consumidores.
