Sus miembros Centro Popular de Investigaciones Alejandro Moreno, presentó su informe anual del Observatorio de Dinámicas Comunitarias, en el que brindó una serie de datos sobre los espacios delictivos, inmigrantes, comunitarios y comunales ocurridos en las comunidades del sector popular, donde los propios vecinos expresaron su percepción de la problemática. que surgen y cómo los afrontan. Esperan que los hallazgos sirvan de alerta para mejorar las políticas públicas y los programas sociales de atención al ciudadano.
El informe fue presentado por los profesores Mirta Pérez y Jesús Flores de la Universidad Central de Venezuela, UCV, y los directores del citado centro de investigación, quienes señalaron que la investigación se realizó en 16 estados y mediante la aplicación de 638 entrevistas. .
El inframundo está abierto.
La inseguridad es sin duda un problema social que más afecta la calidad de vida de los habitantes de los sectores populares, especialmente en las zonas donde operan las bandas criminales, como El Valle de Caracas y la zona El 70 de José Félix. Ribas, Petare, municipio de Sucre en el Estado Miranda.
Al ser consultados, el 62% de los residentes indica que sus comunidades son inseguras y los delitos más comunes que se cometen son robo, tráfico y consumo de drogas, extorsión, cohecho, crimen organizado, prostitución, robo al transporte público, asesinato, acoso y violación.
El 41% indicó que había sido víctima de actividad delictiva y sabía que el 40% de los delitos cometidos en su comunidad eran cometidos por fuerzas de seguridad..
“Este es un fenómeno importante y preocupante, ya que se supone que las fuerzas de seguridad policiales velan por la seguridad de los ciudadanos, pero registramos que el 40 por ciento de las personas entrevistadas dijo que las fuerzas de seguridad violan la ley, cometen delitos y esto va desde abuso de autoridad hasta el cohecho”, dijo Flores.
Los pobladores encuestados señalaron que el delito más común cometido por los policías fue el sonajero (extorsión) y lo ubicaron en el 50,8% de los casos; seguido del 18,4% abuso de autoridad; robo en un 11,5%; Narcotráfico 7,8%, asesinato 6,6% y tráfico de armas 4,5%.
También confirman que el 16% de sus sectores tiene un prana (líder de pandilla local) que oprime a los ciudadanos y el 28% tiene bandas criminales activas en sus comunidades.
Estudios destacan que el 45% de la población que delinque tiene entre 15 y 25 años; El 18,4% tiene entre 12 y 15 años, lo que significa que el 63,4% de los individuos que forman bandas criminales tienen entre 12 y 25 años.
“Es una población joven que no tiene más remedio que ir por el camino de la ilegalidad”.
Indican el tiempo a partir del cual se consideran “Viejos criminales” Ese matón obtuvo otros papeles en el mundo.
El profesor Jesús Flores destacó con gran preocupación que las bandas criminales han comenzado a bajar la edad para reclutar niños.
“Anteriormente, se dijo que solían reclutar niños de hasta 10 años, pero ahora están reclutando niños de hasta 8 años y castigándolos cruelmente”.
Jesús Flores
Otro dato importante que destacan es la creciente inclusión de mujeres en los círculos criminales.
Adiós Venezuela
En cuanto a la dinámica migratoria, los investigadores señalaron que el 86% de los encuestados dijo tener un familiar que emigró, de los cuales el 71% dijo que salió de Venezuela por problemas económicos; 13% para reunirse con sus familiares y 10% para buscar un mejor trabajo.
El destino favorito para intentar una mejor estadía es Colombia 24%; Estados Unidos 17%; Perú 16% y Chile 14%.
de la población encuestada Solo el 34% dijo recibir remesas de sus familiares fuera del paísMientras que el 66% indicó que no recibe ayuda alguna.
Otro hallazgo del estudio es que el 44% de los padres inmigrantes dejan atrás a sus hijos, lo que los investigadores señalaron como alarmante.
“El 69.5% de los niños están bajo el cuidado de los abuelos, lo que nos deja vulnerables donde los niños y los abuelos pueden vivir en dos edades extremas que requieren atención familiar y estatal.
También destacan la situación de sutil vulnerabilidad en la que quedan los ancianos, abandonados por la emigración de sus familiares. En este estudio, el 47% de los encuestados indicó conocer abuelos en su comunidad que se han quedado sin familiares desde que salieron del país.
También destaca que la migración interna también ha aumentado con personas que se desplazan dentro del país en busca de mejores oportunidades laborales. En este caso, los habitantes de los estados Julia, Bolívar y Aragua son los más desplazados y la ciudad de Caracas y el estado Carabobo son los destinos preferidos.
comunal y sectaria
Para analizar los resultados relacionados con la vida comunitaria en los sectores encuestados, los investigadores señalaron que es necesario distinguir las características de las dinámicas comunales y comunitarias, pues aunque se dan en la misma área geográfica, existen diferencias entre ellas.
Explican que “comunal no es comunal, la lógica del comunalismo se remonta a la ocupación. Se impone por la fuerza una geopolítica cívico-militar contra la lógica de la organización cívico-democrática, es decir, dos estructuras superpuestas en un mismo territorio. En las comunidades vemos tradiciones, convivencia, vecinos, historias que sobreviven a la imposición, al dominio, a la opresión.
Explican que las comunas se rigen por nomenclatura, líderes callejeros, facciones, comunidades y estructuras de obediencia impuestas.
Hay una dinámica completamente diferente en la comunidad, hay liderazgo, hay libertad de elección, si eso no funciona, hay una dinámica de resistencia.
Vida comunitaria
Para desarrollar el trabajo investigativo se realizó un estudio sobre la presencia de las organizaciones no gubernamentales que tienen presencia en las comunidades, estas son: 52% Iglesia Católica; 21% iglesias evangélicas; 17% ONG/organizaciones vecinales y 10% partidos políticos
La mayor parte de la participación ocurre en la Iglesia Católica, lo que indica una voluntad de hacer trabajo social y religioso.
Investigan las respuestas comunitarias a los problemas derivados de la falla de los servicios públicos como el suministro de gas, electricidad, salud y educación.
“En la dinámica de solución de problemas estructurales como la falta de gas y energía, vemos que las comunidades tienden a actuar de forma autónoma, donde predomina la solución familiar, privada, autónoma a los problemas de prestación de servicios públicos, generados por el Estado o hegemónicos. Es decir, no hay garantías oficiales, solo deterioro, y la búsqueda de soluciones recae sobre los hombros de la gente”, concluye el estudio.
Las estadísticas indican que en caso de escasez de gas doméstico, los ciudadanos sugieren solucionar la escasez de las siguientes maneras: 22% con estufa eléctrica; el 21% prefiere pagar una prima por los servicios; El 17 % espera que Tali los apoye y el 14 % instala la estufa.
Cuando se va la luz, el 25% utiliza velas, focos ahorradores; El 18% espera su propia reparación y el 30% espera que Corpoelec ofrezca una respuesta.
En cuanto a los temas de salud, los encuestados indicaron que en caso de emergencia, el 32% lo resuelve por la solidaridad de los familiares dentro y fuera del país y el 30% dijo que le gustaría buscar atención en un centro de salud público.
La investigación abarca la asistencia de los niños y jóvenes a sus centros de estudio, donde los vecinos afirman que el 68% asiste al salón de clases; El 14% no asiste a la escuela y el 18% eventualmente asiste a clase.
Sin embargo, advirtieron que hay que estar muy atentos a la dinámica que deja la epidemia así como a la tendencia de los niños y jóvenes a estar desempleados por las dificultades económicas de los maestros y profesores, entre otras razones.
Señalaron que en cuanto al tiempo libre, el 53,5% de los estudiantes practica deportes y travesuras en las calles, mientras que el 37,1% se dedica a mendigar o deambular; El 8% se dedica a la delincuencia y el 1,3% al trabajo.
De organizaciones comunitarias
Organizaciones con mayor presencia en comunidades con comités locales de abastecimiento y producción, Clap, 89%; seguido de los consejos comunales con 81%; Jefe Callejero con 82%; La Unidad de Batalla Bolívar-Chávez, UBCH, tiene el 57% y la Red de Articulación y Acción Política, Ras, el 14%.
Se destaca que los tali tienen mayor presencia en las comunidades porque están asociados a la distribución de bolsas de alimentos. El 49,7% de los entrevistados preferiría resolver el problema alimentario por sí mismo, pero siente la necesidad de llevar bolsas por falta de recursos.
El uso de la Tarjeta de la Patria también fue objeto de estudio. El 72% indicó tenerlo, porque es posible obtener los beneficios del vínculo social a través de esta herramienta, Pero solo el 58% dijo que recibió beneficios. De ese universo, solo el 27,1% dijo recibir su período.
Apoyo entre vecinos
En la conclusión del estudio, los investigadores señalaron que a pesar de los problemas, los vecinos no pierden el ánimo para resolver sus problemas cotidianos, muchas veces a partir de sus propios inventos.
El medio de comunicación preferido para estar en contacto con los vecinos y encontrar información de interés son los grupos de Whatsapp con un 28%, seguido de la televisión, la radio y Twitter.
Debido a la inseguridad, cambian sus hábitos diarios, y por ejemplo, forman grupos para salir y entrar a su comunidad, se les informa sobre cualquier evento negativo a través de las redes sociales y tratan de regresar temprano a casa.
La distribución de los bonos sociales ha creado cierto enojo y frustración entre los trabajadores, entre los profesionales, como académicos, quienes señalan que quienes no trabajan mientras reciben estos subsidios a través del Carnet de la Patria pueden salir más baratos que quienes tienen los mismos ingresos. Haciendo cosas importantes como trabajar a diario, cumplir con los horarios y enseñar a los niños.
Los resultados de esta encuesta coinciden con los elogios internacionales de personas como el Norwegian Refugee Council, que acaba de incluir a Venezuela en su lista de los tres países latinoamericanos con menor presencia.
“A pesar de algunos desarrollos recientes y positivos en Venezuela, como la apertura de fronteras con países vecinos, millones de personas continúan sintiendo el peso del abandono. La gente está atrapada en situaciones terribles, debatiéndose entre huir de la violencia o soportar la pobreza extrema, sin saber cuál será su próxima comida y sin poder pagar el alquiler”, dijo Alba Gutiérrez García, directora nacional de NRC de Venezuela, citada en el comunicado.